El ministro de Economía, Luis Caputo, realizará este jueves una licitación clave para renovar deuda en pesos con bonos atados al dólar, que tienen vencimientos por más de $9 billones, una estrategia que en el mercado interpretan como una señal de que el Gobierno descarta una devaluación brusca en medio de un escenario de volatilidad.
El desafío de la jornada será refinanciar una parte significativa de los $9 billones que vencen esta semana, de los cuales dos tercios están en manos del sector privado. Para ello, el Tesoro ofrecerá tres Letras del Tesoro Capitalizables (Lecaps) con vencimientos en abril, mayo y julio, además de dos bonos dólar linked con fechas de pago en junio de 2025 y enero de 2026 y se licitarán dos títulos ajustados por inflación (Boncer) con vencimientos en octubre de 2025 y marzo de 2027.
El titular de Cocos Capital, Ariel Sbdar, destacó que el hecho de que el Gobierno incluya bonos dólar linked de corto plazo indica que “no ve un salto grande del oficial”. Según el analista, si la administración de Javier Milei esperara una devaluación inminente, no ofrecería estos instrumentos porque implicarían otorgar un seguro barato al mercado.
Hasta el momento, el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, pudo renovar los vencimientos sin mayores dificultades, es que en licitaciones anteriores, los instrumentos atados al dólar no generaron interés entre los inversores, lo que desde el Gobierno se interpretó como una muestra de confianza en la estabilidad cambiaria.

Sin embargo, tras la reciente volatilidad en los mercados, los bonos dólar linked que ofrecerá Caputo podrían captar mayor demanda, lo que en lugar de ser un respaldo podría leerse como una señal de alerta. En ese contexto, los economistas siguen de cerca el nivel de “rollover” que logre el Ministerio de Economía.
Si bien aproximadamente la mitad de los vencimientos está en manos de organismos públicos, el desafío será lograr refinanciar la otra mitad sin comprometer recursos adicionales. El Tesoro cuenta con depósitos en el Banco Central que le permitirían afrontar un escenario más hostil, pero el objetivo es evitar una mayor emisión monetaria o un aumento abrupto de la deuda en dólares.
Así, si la demanda por bonos dólar linked es alta, podría interpretarse como una señal de que el mercado anticipa una devaluación mayor a la prevista. En cambio, si los inversores muestran preferencia por los instrumentos en pesos a tasa fija o ajustados por inflación, el mensaje sería que confían en la capacidad del Gobierno para sostener el esquema cambiario actual.
El resultado de la licitación será clave para definir los próximos movimientos del Ministerio de Economía. Con el dólar blue operando en torno a los $1.310 y el Banco Central interviniendo en el mercado para contener los dólares financieros, la estabilidad cambiaria se mantiene frágil.
La licitación de este jueves cobra aún más importancia, ya que su resultado podría influir en las expectativas de los inversores respecto a la estabilidad cambiaria en el país. En las próximas horas, se conocerá si la estrategia de Caputo logró calmar las expectativas o si el mercado sigue apostando a un ajuste en el tipo de cambio.
El impacto internacional en la licitación de Caputo
El contexto internacional también juega un rol clave, ya que en las últimas jornadas, el mercado reaccionó con nerviosismo ante los rumores sobre las exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el marco de un nuevo acuerdo con Argentina. Según trascendió, el organismo podría pedir un ajuste en el esquema cambiario como condición para desembolsar fondos frescos y reestructurar vencimientos de deuda.
Por caso, la incertidumbre impactó directamente en las tasas en pesos y en los contratos de dólar futuro, que registraron fuertes aumentos en los últimos días. De hecho, la decisión de incluir bonos dólar linked en la licitación parece haber generado un leve alivio en el mercado, con una caída en las tasas implícitas de los futuros más cortos. No obstante, las expectativas devaluatorias a largo plazo siguen elevadas, con una cotización proyectada para fin de año un 15% por encima del valor oficial estimado en el Presupuesto.
A nivel global, la política arancelaria de Donald Trump volvió a generar incertidumbre en los mercados financieros. Luego de anunciar un aumento del 25% en los impuestos a las importaciones de autos y camionetas, las bolsas de Estados Unidos y Europa registraron caídas significativas, arrastrando también a los bonos de países emergentes, incluidos los de Argentina.
El endurecimiento de la postura comercial estadounidense generó un fortalecimiento del dólar a nivel mundial y llevó a una suba en la tasa de los bonos del Tesoro norteamericano, lo que impactó en la cotización de los activos argentinos.




