La empresa multinacional Zanella, dueña de cuatro plantas productores en el país remata sus motos, los cascos, sus maquinarias y demás benes, e incluso les ofrece a los empleados un 50% de indemnización.
Teniendo en cuenta que durante este año cerró su fábrica de Mar del Plata, Cruz del Eje, San Luis y despidió a gran parte del personal en Caseros, la firma se encuentra al borde del cierre definitivo ante la crisis económica que atraviesa el país.
Según explicaron desde la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), los 14 empleados que aún conservan su fuente laboral en Caseros señalaron que “lamentablemente esto va a terminar con el cierre definitivo de la empresa, que ya se veía venir”.
En rigor, la fábrica del suizo Walter Seiner presenta conflictos desde hace un año y adeuda $120 mil de sueldos a cada uno de sus trabajadores de su planta ubicada en el municipio bonaerense y tampoco realizó el pago del aguinaldo.
Por su parte, desde la UOM de Tres de Febrero manifestaron que “se están sacando todo de encima y mientras tanto le proponen a la gente pagarle la mitad de la indemnización correspondiente y en ocho cuotas”.
En el acumulado de los once meses de 2019, el patentamiento de motos tuvo un descenso del 44,3% contra el mismo período del 2018, según los datos de la Asociación de Concesionarios de Automotrores (Acara).
En tanto, a comienzos del 2019, Zanella se ubicaba entre las tres primeras empresas del mercado de motovehículos, pero luego fue perdiendo terreno y dejó de ocupar un lugar en ese ranking.
De hecho, la planta de Caseros que fue inaugurada en 1948 como productora de aberturas, fue la primera en fabricar dichos rodados en la década de 1960 utilizando capitales locales.
