La decisión del Gobierno de liberar el precio de las naftas sigue generando inestabilidad en la economía, aumento de precios, de costos de producción y por último el traslado a los precios en las góndolas. En lo que va del año el combustible acumula una suba del 18% y desde el sector Pyme advierten que “asfixian a los pequeños productores”.
“Cada vez que deciden elevar el precio, automáticamente se genera un efecto dominó sobre la mayor parte de los precios de la economía y de la cadena productiva, ya que se elevan los costos de logística y esto se traslada al producto final”, remarcó el titular de la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires, Alberto Kahale.
Según datos del Ministerio de Energía, el volumen total de ventas al público de combustibles líquidos cayó un 13,6% en mayo respecto del mismo mes del año pasado.
“Los reiterados aumentos del combustible están asfixiando a las pymes bonaerenses. Por eso desde FEBA solicitamos que se tomen medidas para que los sectores productivos puedan volver a tener precios competitivos y así recuperar liquidez”, agregó Kahale.
Un estudio realizado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), sobre 2.000 locales físicos, asegura que las ventas cayeron en junio 4,2% año contra año y se acumulan un retroceso en 2018 del 2,8%.
FEBA señaló que, además de repercutir en los precios, la suba en las naftas representa un golpe a las pymes de distintos sectores porque genera incrementos en los costos de producción, transporte y distribución de bienes en toda la Provincia de Buenos Aires.