La Legislatura bonaerense protagonizará este miércoles una doble jornada de alto voltaje político por el Presupuesto 2026 del gobernador Axel Kicillof. Todos los detalles.
La Legislatura bonaerense protagonizará este miércoles 26 de noviembre una doble jornada de alto voltaje político en donde el oficialismo intentará darle luz verde al Presupuesto 2026 y la Ley Fiscal Impositiva del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, mientras el pedido de endeudamiento continúa en suspenso.
Es que, tras la convocatoria de la Cámara de Diputados bonaerense, la vicegobernadora Verónica Magario también llamó a sesionar este miércoles, a las 19:00 horas, a la Cámara Alta para tratar el Presupuesto 2026 y la Ley Fiscal Impositiva del Ejecutivo provincial.
No obstante, previo a la sesión, la comisión de Presupuesto e Impuestos se volverá a reunir este martes a las 19:00 horas para definir si el pedido de endeudamiento por hasta USD 3.865 millones, uno de los puntos que mayor tensiona las negociaciones con la oposición, entrará en el temario de la audiencia legislativa.
Vale recordar que, esta semana, los 8 diputados del oficialismo hicieron uso de su mayoría y dejaron listo el Presupuesto 2026 y la Ley Fiscal Impositivo. Sin embargo, el debate por el pedido de endeudamiento se pateó para el martes próximo, dado que el peronismo no alcanzó los dos tercios de votos para darle despacho favorable.
Frente a esta situación, por estas horas, crece la ansiedad dentro de las tropas kicillofistas. Lo cierto es que, el Ejecutivo provincial pretende sancionar su paquete de leyes antes del recambio legislativo, el cual, si bien le permitirá tener un caudal de manos mayor en Diputados e incluso llegar al quorum propio en el Senado, polarizará las cámaras con mayor presencia de libertarios, lo que le dará menor poder de negociación al Gobernador.
Vale recordar que, el oficialismo enfrenta un escenario por demás hostil en la Legislatura bonaerense para aprobar el paquete fiscal del Gobernador, dado que deberá conciliar con las demandas de propios y ajenos para cosechar en ambos recintos los dos tercios de los votos que se requieren para la sanción.
En ese contexto, las bancadas del extinto interbloque de Juntos, la Unión Cívica Radical (UCR), el PRO y la Coalición Cívica son más permeables a darle luz verde a los proyectos del Gobernador, a comparación de La Libertad Avanza (LLA), que se consolidará como primera minoría, a partir del 10 de diciembre. Por ello, para Kicillof fue una pésima noticia cuando la oposición dialoguista presentó un dictamen propio sobre ambos proyectos.
“Lo hacemos con la firme convicción de darle al Gobierno provincial las herramientas que necesita, pero evitando que la administración del Estado siga funcionando bajo criterios discrecionales que afectan a los municipios, a los contribuyentes y a los sectores más vulnerables”, explicó el diputado titular del bloque UCR-Cambio Federal, Diego Garciarena.
Otro de los puntos que elevaron los exJuntos fue que el Fondo de Fortalecimiento de la Inversión Municipal tenga un monto fijo de $600 mil millones, actualizable y de libre disponibilidad “para fortalecer las gestiones municipales y garantizar la previsibilidad”. Este se trata de uno los reclamos más fuertes de los intendentes, que esta semana fue reproducido por los legisladores.
En rigor, el texto original propone que el Fondo de Fortalecimiento de la Inversión Municipal se componga del 8% de la toma de deuda por USD 1990 millones establecida en la Ley de Financiamiento. Es decir, que el dinero de los intendentes quedó atado al pedido endeudamiento, algo que no es del agrado de la oposición, sobre todo de los jefes comunales. Sumado a eso, la normativa redactada por el Gobernador obliga a los intendentes a usar este fondo exclusivamente para invertir en obras y les prohíbe “utilizarlo para financiar gastos corrientes”.
La aprobación del Presupuesto 2026 obliga al Gobierno bonaerense a reunir los dos tercios de los votos en ambos recintos: 31 manos en el Senado y 61 en Diputados. En la Cámara alta el oficialismo requiere 10 voluntades más de las propias, mientras que en la baja, de 34. En este contexto, Kicillof necesita obligatoriamente negociar con la oposición para alcanzar la mayoría especial.
Los ojos de Gobernación están puestos en los 9 diputados libertarios dialoguistas y los 15 radicales, lo que lo deja más cerca del número ideal. No obstante, tanto la Unión Cívica Radical como Nuevos Aires y Unión y Libertad no acompañaron el texto original del Presupuesto 2026, por lo que se vislumbra un escenario de fuertes negociaciones de acá al miércoles de la semana que viene, fecha de la probable sesión.
Además del ya mencionado ítem del Fondo de Fortalecimiento de la Inversión Municipal, otro planteo opositor que se puede meter por la ventana durante las negociaciones por el Presupuesto es el pedido de cargos en organismos del Estado con casillas vacantes como el Banco Provincia, la Contaduría General o la Dirección General de Escuelas. El radicalismo, el PRO y La Libertad Avanza están pulseando entre sí por ver quiénes ocupan estas sillas.
Del lado del peronismo también tienen sus pedidos. Como informó este medio esta semana, la intendenta camporista de Quilmes, Mayra Mendoza, se quejó de la falta de detalles acerca del Fondo de Fortalecimiento para municipios. De la misma forma, el titular del Partido Justicialista bonaerense, Máximo Kirchner, también advirtió que los presupuestos “siempre se modifican y se seguramente se modificará el de Kicillof”.
En el caso de que esta tropa camporista se rebele y no quiera levantar sus manos para sancionar el Presupuesto 2026, el panorama se volverá negro para Kicillof. En el bloque de Diputados hay 10 massistas y 15 cristinistas, mientras que en Senado el número sube a 16 kirchneristas y solo uno del Frente Renovador. La ecuación no cambiará en la nueva Legislatura de diciembre: 17 diputados de La Cámpora y 10 del massismo, y 11 senadores con base en la expresidenta y 3 en el exministro de Economía.
En la Cámara Alta el ecosistema político es más reducido; el oficialismo tiene 21 senadores, mientras que la oposición cosecha 25, repartidos en 9 del PRO, 6 de la UCR + Cambio Federal, 4 de La Libertad Avanza, 3 de la bancada de los libertarios dialoguistas, 2 de Somos Buenos Aires, y 1 de la Derecha Popular.
En ese contexto, de replicarse el esquema de Diputados, el oficialismo podría alcanzar los 26 votos echando mano a los votos de Somos y los libertarios dialoguistas, quedando solo a 4 de las 30 manos necesarias para la sanción del paquete de leyes.
Por eso, la llave final para destrabar la aprobación la tiene la bancada de la escudería amarilla y la Unión Cívica Radical (UCR), por lo que Calle 6 deberá concederle alguna de las demandas de la oposición para avanzar con la sanción.