(*) Por Agustín Forchieri
En un contexto donde la transparencia y la eficiencia son más necesarias que nunca, los bloques PRO, UCR + Cambio Federal y Coalición Cívica creemos que implementar la Boleta Única de Papel (BUP) en la provincia de Buenos Aires es clave para modernizar nuestro sistema electoral. Este cambio no solo busca simplificar el proceso de votación, sino también optimizar el uso de los recursos y garantizar una mayor equidad entre las fuerzas políticas.
Un sistema electoral robusto y bien diseñado debe prevenir prácticas como la manipulación de boletas, el clientelismo y el uso desigual de recursos entre los partidos, que afectan negativamente la percepción pública del proceso electoral y de todo el sistema democrático. Tenemos que procurar que todos los competidores tengan las mismas oportunidades y que el proceso sea accesible y comprensible para todos los ciudadanos.
El cambio al sistema de Boleta Única de Papel que proponemos implica un avance significativo porque evita la confusión que generan las múltiples boletas y llevaría a una votación más rápida y ordenada. Es clave para modernizar el sistema electoral ya que buscar facilitar el proceso de votación, optimizar el uso de los recursos y garantizar una mayor equidad entre las fuerzas políticas.
Este sistema, ya implementado con éxito en otras provincias argentinas como Mendoza, Córdoba, Santa Fe y también en varios países del mundo, ofrece una respuesta clara y efectiva a muchos de los desafíos que enfrentamos en la actualidad.
Además de simplificar el acto de votar, también es una opción más sustentable y económica. Al reducir drásticamente el uso de papel y tinta, se lograría un ahorro significativo de recursos, que podría ser redirigido a áreas prioritarias como la salud y la educación. Este enfoque no solo responde a las demandas de austeridad, sino que también promueve un uso más eficiente del presupuesto público.
Otro de los pilares que queremos enfatizar con este sistema es la equidad. Bajo el sistema actual, la presencia de un partido en el cuarto oscuro depende, en gran medida, de su capacidad económica para producir y distribuir boletas. Este formato de votación asegura que todos los candidatos tengan la misma visibilidad, independientemente de los recursos de cada espacio político. La adopción de la Boleta Única es una innovación que proponemos para mejorar la calidad democrática, ya que aborda de manera efectiva los problemas de transparencia, equidad y eficiencia.
La transición a este nuevo sistema requerirá de preparación, educación y capacitación, pero los costos de la puesta en marcha son temporales y se verán ampliamente compensados por los ahorros a largo plazo en cada proceso electoral. Las experiencias de Mendoza, Córdoba y Santa Fe demuestran que el nuevo formato de votación es exitoso cuando se le incorpora una adecuada campaña de información y educación.
Es fundamental que todos los actores involucrados, desde las autoridades hasta los ciudadanos, estén informados y preparados para este cambio. Por eso, en el proyecto de ley hemos incluido instancias de formación y divulgación para garantizar una implementación exitosa.
No se trata solo de cambiar el papel, sino de mejorar el sistema en su conjunto. La Boleta Única de Papel es una mejora técnica y es un paso decisivo hacia un futuro donde las elecciones sean más transparentes, equitativas y eficientes. Tenemos la responsabilidad de dar este debate con seriedad y de implementar los cambios necesarios para que la Provincia de Buenos Aires y todo el país puedan contar con un sistema electoral a la altura de los desafíos del siglo XXI.