Frente a una posible derrota en el Senado, los legisladores que promovían la ley de aborto tal cual vino de la Cámara de Diputados aceptaron este martes introducir modificaciones para sumar apoyos y asegurar la aprobación el día de la votación.
“Firmaremos un dictamen por el sí con modificaciones que son razonables y que no alteran el espíritu del proyecto. Las organizaciones lo han aceptado. Esperamos sumar la mayor cantidad de voluntades para que la ley vuelva a Diputados”, informó a la prensa acreditada el jefe del interbloque Argentina Federal, Miguel Pichetto.
El dictamen a favor que se firmará este miércoles introduce cuatro importantes cambios a la versión de Diputados: baja el límite de 14 a 12 semanas; contempla el derecho a la objeción de conciencia institucional; elimina las penas para médicos que se rehúsen a practicar un aborto; y habilita la producción pública de misoprostol.
El rionegrino resaltó el “esfuerzo” que hicieron los senadores a favor de la interrupción voluntaria del embarazo para mostrar “flexibilidad” frente a la oposición cerrada. “Lo peor es que la ley salga rechazada. El escenario es de paridad, pero creo que podemos ganar la votación”, se esperanzó.
La balanza se inclinó el martes a favor del bando “celeste”. En cuestión de horas, tres senadores se definieron en contra de la ley: la santacruceña María Belén Tapia (UCR), el chaqueño Ángel Rozas (UCR) y la catamarqueña Inés Blas (Justicialista). Esos votos le dieron un respiro al sector del “no”, que reunió 35 voluntades y quedó a un solo voto de tener la mayoría.
Los senadores que apoyan la ley son 32, y hay todavía tres sin pronunciarse: el tucumano José Alperovich, el santafesino Omar Perotti y el salteño Romero, los tres de orientación peronista. La puntana Catalfamo se ausentaría y la neuquina Lucila Crexell ya anunció su abstención, aunque desde el lado “verde” todavía aspiran a persuadirla.
Con estas dos senadoras fuera de juego, se sabe que un empate en 35 será el golpe final del “no”, pues debería desempatar la vicepresidenta Gabriela Michetti. Una situación así no se vive desde octubre de 2010, cuando Julio Cobos terció en la votación por la ley del 82% móvil para jubilados.
