El Premio Nobel de la Paz y titular del Servicio de Paz y Justicia, Adolfo Pérez Esquivel, de acuerdo a lo que confirmaron sus familiares, “sufrió un ACV leve” y será trasladado en las próximas horas desde Mar del Plata a la Ciudad de Buenos Aires (CABA).
Así lo ratificó Leonardo Pérez Esquivel, hijo del histórico dirigente del movimiento por los derechos humanos que denunció fuertemente los crímenes cometidos durante la última dictadura cívico militar.
El Premio Nobel de la Paz de 1980 sufrió el domingo una descompensación mientras estaba en la ciudad balnearia de Chapadmalal, tras lo cual fue trasladado al Hospital Privado de la Comunidad (HPC) marplatense.
En efecto, el hijo de Adolfo Pérez Esquivel indicó que no les entregaron “el parte médico, pero verbalmente nos dijeron que lo que tuvo mi padre fue un ACV leve”. “Está en un proceso de evolución favorable, con controles y en las próximas horas le darán el alta médica”, dijo.
Asimismo, voceros del Servicio del Servicio de Paz y Justicia (Serpaj), detallaron que Pérez Esquivel permanecía “estable y de buen estado anímico”, tras lo cual se le dispusieron una serie de estudios medicos.
Según indicaron los allegados, Pérez Esquivel se descompensó por razones emocionales, a raíz de un susto, puesto que “su esposa tuvo un accidente doméstico”. No obstante, aclararon que Amanda Guerreño, su compañera, se encuentra fuera de peligro.
Tras la descompensación, Pérez Esquivel, de 90 años, fue trasladado al Hospital Privado de la Comunidad (HPC) marplatense, donde le practicaron una tomografía, entre otros estudios médicos.
Cabe destacar, que el obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, visitó a Pérez Esquivel y afirmó que el estado de salud del premio Nobel de la Paz era “relativamente bueno”.
“Fui a verlo y tuve la posibilidad de justamente dialogar un poquitito con él, rezar y darle el sacramento de la unción y pedir a Dios que se recupere lo más pronto posible”, afirmó Mestre en declaraciones radiales.
A su vez, para animar a Pérez Esquivel, el obispo le acercó una “nota manuscrita” enviada por el papa Francisco, la cual decía: “Por medio de estas líneas te aseguro mi cercanía y mi oración por tu pronto restablecimiento. Saludos a tu esposa. Que Jesús te bendiga”.
