miércoles, abril 24, 2024

Femicidio de Rojas: le pusieron fecha al juicio al asesino de Úrsula Bahillo

El imputado en la causa, Matías Martínez, permanece con prisión preventiva desde que mató a su expareja en las afueras de la ciudad bonaerense.

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En diciembre comienza el juicio por el femicidio de Úrsula Bahillo, la joven de 18 años asesinada de 15 puñaladas en febrero pasado en la localidad bonaerense de Rojas, caso por el que permanece imputado su expareja, Matías Martínez.

Según informaron fuentes judiciales, el juicio iniciará el 3 de diciembre a las 10 horas y estará  a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Junín, conformado por los magistrados Carina Piegari, Claudia Dana y Esteban Melilli.

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La acusación estará a cargo de Sergio Terrón, el mismo fiscal que instruyó la causa por la cual Martínez permanece detenido en la Unidad Penal 49 de Junín, desde el momento en que asesinó a Úrsula Bahillo en las afueras de la ciudad de Rojas.

A la par, Martínez, exefectivo de la Policía Bonaerense, enfrentará un cargo por "homicidio doblemente calificado, por tratarse de una mujer cometido mediando violencia de género (femicidio) y por mediar alevosía", que prevé prisión perpetua.

De acuerdo a las fuentes, aún no está prevista la cantidad de jornadas en las que se llevará a cabo el juicio desde diciembre, pero la intención es realizarlo en la menor cantidad de días posible.

En ese marco, en el pedido de prisión preventiva para Martínez y requerimiento de elevación a juicio presentado por el fiscal, se detalló que “el mismo día del hecho (femicidio), en horas de la mañana, el imputado Martínez fue convocado a la Ayudantía Fiscal de Rojas para ser notificado de la imposición de un perímetro”.

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A su vez, en la elevación a juicio refleja que la perimetral  “le vedaba (al imputado) acercarse a Úrsula Bahillo y, como bien consta en el acta de procedimiento, la tenía en su poder al momento de su aprehensión".

"Que dicha restricción no fue un obstáculo para concertar un encuentro con la víctima en horas de la tarde, al que accedió la víctima”, argumentó Terrón al solicitar al Tribunal la elevación a juicio contra el expolicía.

En esa línea, el fiscal remarcó que ese encuentro debe pensarse “desde una mirada de perspectiva de género, ya que una mujer manipulada que no puede romper una telaraña de amenazas y violencia, acude a hablar con el imputado para aclarar la situación que estaban viviendo y por la que lo había denunciado".

 

Matías martínez, el asesino de Úrsula Bahillo.

Por otra parte, en la acusación contra Martínez por el femicidio de Úrsula, se corroboró que, cuando estaban a bordo del auto del expolicía, el sospechoso se alejó al paraje Guido Spano, distante aproximadamente a 10 kilómetros de la ciudad de Rojas.

"En ese lugar con frondosa arboleda, con un río en las proximidades, totalmente inhóspito, allí, con la víctima a su merced, sin posibilidad de ser auxiliada por persona alguna, realizó el feroz ataque”, describió el fiscal Terrón sobre el femicidio de Úrsula.

 

Mamá de Úrsula Bahillo, tras el femicidio.

En esa línea, el fiscal requirió también la elevación a juicio de Martínez, ya que se comprobó que la atacó “con el cuchillo –secuestrado en autos- que tenía en su poder y había llevado con dicho propósito, ocasionándole una muerte brutal a esta joven”.

Finalmente, Terrón remarcó que tras el hecho, Martínez llamó "reiteradamente a su tío, pidiéndole que vaya solo, no sin antes montar una 'mise en scène' para hacer creer que existió un ataque previo de la víctima o, tal vez, una tentativa de suicidio".

 

Cómo fue el femicidio de Úrsula Bahillo

 

Cabe recordar que Úrsula Bahillo fue hallada asesinada a puñaladas el lunes 8 de febrero último cerca de las 20.30 horas, entre unos pastizales en un campo ubicado a la altura del paraje Guido Spano, a unos 10 kilómetros de Rojas.

En ese mismo lugar, la policía apresó a Martínez, herido con el mismo cuchillo con que había atacado a su expareja, Úrsula, y por la que tenía una restricción perimetral para acercarse, luego de reiteradas situaciones de violencia de género.

El femicidio fue descubierto tras un alerta al 911 de un tío del imputado, quien refirió que creía que su sobrino había matado a una joven porque le confesó en un llamado que "se había mandado una cagada".

 

 

Al llegar al lugar, la policía encontró a la chica asesinada y al hombre malherido, ya que después del crimen se clavó el arma homicida en el abdomen y, a pesar de la lesión, intentó escapar a pie por los pastizales, pero fue reducido y quedó detenido.

Úrsula había denunciado en varias oportunidades a su exnovio por amenazas y violencia de género e incluso el expolicía tenía una medida de restricción perimetral que había violado dos días antes del crimen.

Por otra parte, se conoció que Úrsula se había puesto en contacto el fin de semana antes de morir con una expareja de Martínez, otra joven de la ciudad, a  quien le relató que temía por su vida, luego de varias amenazas del expolicía por mensajes de texto.

Tras el femicidio, la ciudad de Rojas protestó en la puerta de la comisaría de la ciudad ante la indignación del hecho y en contra del accionar de los propios compañeros de Martínez para evitar el desenlace final, quienes habían detenido al expolicía.

 

 

La situación escaló a tal punto que se concretó una pueblada, cuando se conoció que Martínez permanecía en el destacamento policial, arrestado, por lo que los vecinos arrojaron piedras y palos al lugar y varios jóvenes fueron reprimidos.

La indignación y conmoción general que produjo el caso se fundó, sobre todo, en que Úrsula Bahillo y su mamá habían denunciado cerca de 18 veces las amenazas de Martínez y solicitado la restricción perimetral que, sin embargo, llegó demasiado tarde.

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