A diferencia de lo que ocurre en el Frente de Todos, donde los referentes no logran ponerse de acuerdo para la puesta en marcha de un espacio de discusión política, la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio realizó este lunes la primera cumbre del año con representantes de todas las facciones de la coalición opositora y sentó postura sobre la coyuntura económica, institucional y de seguridad del país.
Como resultado del conclave, los dirigentes opositores salieron a alertar sobre la “bomba de tiempo” que le dejará la administración de Alberto Fernández al próximo Gobierno, ratificaron el cumplimiento de las reglas electorales establecidas para todos los distritos y acordaron la conformación de una mesa política.
En este sentido, los líderes Juntos por el Cambio manifestaron su “preocupación ante la grave situación económica que el Gobierno nacional le dejará al próximo gobierno que no hace más que perjudicar a los argentinos, a los que condenan a este estancamiento permanente”. “La situación será mucho peor de la recibida en el 2015”, advirtieron.
Entre las críticas que hizo la coalición opositora a la gestión económica, los dirigentes apuntaron contra “la utilización de instrumentos financieros en pesos, ajustados en dólares con tasas de interés imposibles de pagar, o en dólares a tasas usurarias”. “Con esto, el Gobierno Nacional no hace más que especular con dejar una bomba de tiempo al próximo gobierno”, enfatizaron.
“Durante el gobierno de Alberto Fernández, el endeudamiento público tuvo un aumento récord: creció ya en el equivalente a USD 83.000 millones, lo que genera una crisis de financiamiento en pesos que tuvo su epicentro en junio de 2022″, agregaron desde la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio en un escrito difundido a la prensa.
En lo político, Juntos por el Cambio logró mostrar una foto de unidad, pese a que aún no logra superar los cruces internos, que amenazan con fracturar al espacio en al menos seis provincias que elegirán sus autoridades locales antes de la elección nacional.
En un contexto de amenazas de ruptura de la coalición en algunos distritos, como Mendoza y Córdoba, y de indefinición de candidaturas, los dirigentes de la coalición opositora resolvieron el armado de una mesa política para “abordar la situación de las provincias con elecciones desdobladas”.
“Se decidió el armado de una mesa política con dos representantes de cada partido para abordar la situación de las provincias con elecciones desdobladas”, afirmó la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio en el escrito.
El encuentro se realizó en un restaurante del barrio porteño de Palermo llamado “La Escondida”, en el cual no estuvieron el expresidente Mauricio Macri ni la líder de la Coalición Cívica-ARI y cofundadora de JxC, Elisa Carrió.
De la reunión participaron los presidentes de los partidos integrantes: Gerardo Morales (UCR), Patricia Bullrich (PRO), Maximiliano Ferraro (CC) y Miguel Ángel Pichetto (Encuentro Republicano Federal).
También estuvieron el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; el gobernador de Mendoza, Rodolfo Suárez; el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés; el senador Martín Losueatu (UCR); los diputados Cristian Ritondo y María Eugenia Vidal (PRO); Margarita Stolbizer (GEN); Ricardo López Murphy (Republicanos Unidos) y Ernesto Sanz (UCR), entre otros.
Además, los presidentes de las fundaciones que integran la coalición –Agustín Campero (Alem), Franco Moccia (Pensar), Fernando Sánchez (Hannah Arendt) y Eduardo Mondino (Encuentro Federal)-, expusieron sobre “los planes de gobierno en los que se vienen trabajando”.
Tensión en la cumbre de Juntos por el Cambio
Uno de los momentos de mayor tensión lo protagonizó la Unión Cívica Radical al salir a repudiar el intento del ex dirigente macrista hoy alineado al jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, Omar de Marchi, de romper Cambia Mendoza y competir en la PASO por afuera.
Fue el gobernador Rodolfo Suárez, su posible sucesor Alfredo Cornejo, Gerardo Morales y Martín Lousteau, quienes desde el radicalismo pidieron explicaciones al PRO por la jugada de De Marchi. Tanto Larreta como Patricia Bullrich, se comprometieron a mantener la unidad en esa provincia, una de las tres que gobierna Juntos por el Cambio en la actualidad.
Vinculado a Mendoza, la dirigencia amarilla también criticó la entrega de tierras a mapuches que firmó el Gobierno recientemente. “Repudiamos la entrega arbitraria, por parte del Estado Nacional, de tierras a supuestos mapuches, que no son originarios del territorio argentino, y ratificamos que esa decisión va a ser dejada sin efecto por un próximo gobierno de Juntos por el Cambio. En este marco nos solidarizamos con los mendocinos”, sostuvieron en el escrito.
Otro conflicto en puerta subyace en Neuquén, donde Rolando Figueroa, el ex vicegobernador del MPN, rompió con el gobierno provincial y se perfila para pelear la gobernación, apadrinado por Mauricio Macri. Esa candidatura trajo enojo en el radicalismo y la Coalición Cívica, que apoyan a Pablo Cervi en los comicios generales del próximo 16 de abril.
Vale destacar, que también participaron del convite los senadores Humberto Schiavoni (PRO), Luis Naidenoff y Alfredo Cornejo (UCR) y los diputados Federico Angelini, Laura Rodríguez Machado, (PRO); Mario Negri y Emiliano Yacobitti, (de la UCR), y Juan Manuel López, (de la CC).
Otros participantes fueron los diputados Alberto Asseff (UNIR), Maricel Etchecoin (CC), los dirigentes Sergio Abrevaya (GEN), Ramón Puerta (ERF) y los secretarios ejecutivos Jorge Triaca (PRO), Ramón Mestre (UCR) Andrés de Leo (CC) y Jorge Franco (ERF). También estuvieron los economistas Eduardo Levy Yeyati, Milagros Gismoldi, Hernán Lacunza, Juan Carlos Sánchez Arnau, Luciano Laspina y Matías Sturt.
