El senador bonaerense del PRO, Marcelo “Chuby” Leguizamón, en las últimas horas ingresó un proyecto para que quede establecido vía ley un logo institucional para el Gobierno de la provincia de Buenos Aires, que no pueda ser modificado durante los cambios de gestión, tal como viene sucediendo cada vez que el sillón de Dardo Rocha rota de dueño.
En concreto, la normativa propone que el Gobierno provincial tena una “única marca institucional oficial que identifique al Estado en todos sus poderes, organismos, entes autárquicos, descentralizados y empresas con participación estatal mayoritaria, con carácter permanente y no sujeta a modificación por razones políticas o partidarias”.
El diseño de esta marca institucional será definido por un concurso público y participativo organizado por la Dirección General de Cultura y Educación, teniendo el antecedente de la creación de la bandera bonaerense. El ganador de dicho concurso, definirá la paleta cromática, la tipografía oficial y la forma del logotipo, que será incorporado al Manual de Identidad Visual del Estado.
“La identidad visual de un Estado no puede estar atado a los cambios de gobierno ni a los criterios subjetivos de cada administración. La constante modificación de logotipos, eslóganes, colores institucionales y manuales de marca con cada nuevo ciclo de gestión no solo genera confusión social, sino que además representa un importante desperdicio de recursos públicos”, cuestionó Leguizamón.
Por eso, el legislador del PRO incluyó un artículo en su proyecto para prohibir el uso de logotipos, eslóganes, símbolos, colores o elementos gráficos identificatorios de una gestión de gobierno específica en reemplazo de la marca institucional. Por su parte, el Ejecutivo deberá implementar un plan de adecuación progresiva para la aplicación de la nueva imagen, asegurando una transición ordenada, eficiente y austera.


“Cada Gobierno imprime su impronta comunicacional en la señalética de edificios públicos, en el ploteo de vehículos, ambulancias y móviles de seguridad, en la papelería, uniformes, plataformas digitales, redes sociales y hasta en formularios administrativos. Este fenómeno, recurrente en todos los niveles del Estado, implica una erogación constante de fondos públicos para modificar elementos que deberían permanecer estables, en tanto deberían representar al Estado, a sus funciones y servicios, y no a un partido o coalición política determinada”, dispuso el autor del proyecto.
En ese sentido, el legislador opositor puntualizó que su normativa viene a revertir esa lógica con la adopción de una marca institucional única y permanente, que será creada con un proceso “participativo y democrático” símil a la experiencia que originó a la actual bandera bonaerense en 1997.
“El proyecto contempla una implementación progresiva, que respete la disponibilidad presupuestaria del Estado y se eviten gastos innecesarios o reemplazos prematuros de materiales aún vigentes. La austeridad y la eficiencia administrativa guían el espíritu de esta norma, que ordena, estandariza y racionaliza el uso de los recursos públicos”, cerró Leguizamón.
Vale recordar que, no es la primera vez que la oposición presenta un proyecto de esta naturaleza. El pasado 2 de enero, la legisladora del bloque UCR + Cambio Federal, Silvina Vaccarezza, elevó una iniciativa para prohibir la modificación de la marca institucional del Gobierno provincial durante los cambios de gestión.
Tan solo en este siglo la provincia de Buenos Aires tuvo cinco logos, repartidos en las gestiones de los gobernadores peronistas Carlos Ruckauf entre 1999 – 2002 y Felipe Solá entre 2002 – 2003 / 2003-2007, el ahora libertario Daniel Scioli entre 2007 – 2011 / 2011 – 2015, la macrista María Eugenia Vidal entre 2015 – 2019, y el actual Axel Kicillof desde 2019 hasta la actualidad.


En rigor, ningún logo bonaerense cumple entre sí alguna semejanza. Es que, mientras que el de Ruckauf postulaba su icónico slogan “Buenos Aires para todos” con un azul de fondo, el de Solá utilizó una mezcla de azul y verde junto con una especie de círculo que hacía alusión a un sol, el de Scioli apostó por una postura minimalista con el ya conocido naranja acompañado de las siglas “BA”, y el de Vidal retrajo de vuelta al verde, con un “Buenos Aires Provincia“.
Con la llegada de Kicillof a Gobernación, la Provincia de Buenos Aires tuvo un logo bonaerense para recordar el bicentenario de su creación en el que predominan los tonos turquesas y blancos, y en el que dentro de la silueta del territorio provincial se muestran las principales actividades provinciales: turismo, agricultura, industria, ganadería, infraestructura y salud.