El presidente de la Nación, Javier Milei, analiza salir del histórico bloque comercial del Mercado Común del Sur (MERCOSUR), con el objetivo de poder entablar de una vez por todas un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, motorizado en parte por la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
Sucede que, según el reglamento interno del Mercosur, todas las negociaciones bilaterales deben pasar por la consulta de los países miembros del organismo regional. Teniendo en cuenta que uno de los objetivos de Milei es aprovechar la sintonía con el Trump, recientemente elegido como presidente norteamericano, y potenciar la política de libre comercio con Washington.
“Si no se modifican las condiciones o se transforma en un bloque de mercado común, es una posibilidad fuerte que rompamos. El Mercosur no funciona, es un sistema diseñado para los industriales de San Pablo”, expresó un alto funcionario cercano a Milei.
En rigor, el artículo del Mercosur en pugna resalta que los países del bloque regional deben “negociar en forma conjunta acuerdos de naturaleza comercial con terceros países o agrupaciones de países extrazona en los cuales se otorguen preferencias arancelarias”.
Esta normativa, resalta que los Estados que forman parte del Mercosur, es decir Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay (Venezuela se encuentra vetado), no podrán firmar nuevos acuerdos preferenciales o acordar nuevas preferencias comerciales en acuerdos vigentes que no hayan sido negociados por el organismo.
Con el arribo de Trump al poder, ahora Milei se regodea y quiere que su flamante canciller Gerardo Werthein continúe con la política internacionales que pretendía llevar a cabo la exministra de Relaciones Exteriores, Diana Mondino. Si bien a priori no se descarta romper con el Mercosur, la opción que más fuerte retumba en Casa Rosada es reformar las condiciones comerciales del bloque.
La intención de Presidencia, es empezar a fomentar vínculos financieros, de libre comercio, militares y de inteligencia con naciones afines a la ideología conversadora de Milei. Por ahora, Donald Trump (EEUU), Georgia Meloni (Italia) y Benjamín Netanyahu (Israel) encabezan esa lista.
Sin embargo, el panorama regional luce complicado para Milei teniendo en cuenta que el mapa sudamericano no cayó de su lado ideológico. Si bien el presidente paraguayo Santiago Peña tiene cierto parentesco con el líder argentino, los mandatarios Lula Da Silva (Brasil) y Yamandú Orsi (Uruguay) inclinan la balanza del lado de la centroizquierda, más si se tiene en cuenta a los otros dos países de la región que no forman parte del Mercosur, Gabriel Boric de Chile y Luis Arce de Bolivia.
Este deseo de Milei, llega días antes de que el Presidente viaje a Montevideo para debutar en una cumbre del Mercosur el próximo 6 de diciembre, ya que en el último cónclave de la entidad realizado en Paraguay en julio, Argentina estuvo representado por la entonces canciller Mondino. Ese hecho no fue pasado por alto por los demás mandatarios ya que el dirigente libertario fue el único líder que estuvo ausente.
Mercosur: Milei pondría reparos al acuerdo con la Unión Europea
Uno de los ejes que abordarán los mandatarios regionales en la Cumbre del Mercosur del 6 de diciembre será el Tratado de Libre Comercio entre el bloque y la Unión Europea. A pesar de la ideología liberal del Presidente, aún no está claro que Milei apoye abiertamente dicho acuerdo.
Durante la reciente visita del presidente de Francia, Emmanuel Macron, a la Casa Rosada, Milei y su par europeo intercambiaron visiones sobre este posible tratado de libre comercio. Francia, de hecho, ha sido uno de los críticos más férreos del acuerdo, especialmente por la presión de sus agricultores, quienes temen que el pacto les suponga desventajas competitivas frente a los productos sudamericanos.
A grandes rasgos, el tratado entre el Mercosur y la Unión Europea tiene dos grandes partes. El apartado comercial es el que se busca suscribir por estas horas, porque la Comisión Europea tiene atribuciones para avanzar en ese sentido sin necesidad de la aprobación de los 27 parlamentos miembros de esa sociedad internacional.
En detalle, las negociaciones entre ambos bloques regionales comenzaron en 1995 con la firma del Acuerdo Marco de Cooperación Interregional. Sin embargo, hubo idas y vueltas durante 30 años. La firma preliminar en junio 2019 exhumó el acuerdo, pero luego surgió la preocupación de Europa por la deforestación en el Amazonas y el Pacto Verde.