Tras la última disparada de los dólares financieros, el ministro de Economía nacional, Sergio Massa, tiene como prioridad cuidar las reservas del Banco Central, compensar la recompra de deuda externa, y evitar un drenaje tras cumplir con las metas del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Por eso, Massa está embarcado en dos nuevas apuestas. Primero, este lunes, con la primera visita oficial del mandatario brasilero, Luiz Inácio Lula da Silva, anunciará un acuerdo entre el Banco Nación y el Banco do Brasil para refinanciar la balanza comercial y seguir impulsando el intercambio sin exponerse a una salida incontrolable de divisas.
Segundo, según fuentes oficiales, el Gobierno nacional tiene avanzada las negociaciones con tres bancos y un fondo de Asia, Estados Unidos y Europa una operación de recompra llamada REPO, con el objetivo de reforzar las arcas del Banco Central.
Cabe destacar que, pese a las dificultades económicas de 2022, la autoridad monetaria que conduce Miguel Pesce, el Banco Central, logró acumular reservas en diciembre USD 1.987 millones y sumó a lo largo del año USD 5824 millones.
Con ello, el Gobierno nacional cumplió la meta impuesta en el acuerdo para hacer frente con la enorme deuda que la anterior gestión de Mauricio Macri tomó con el FMI y, además, superó en USD 300 millones la cifra de fin de 2021.
Pese a esto, la cantidad de dólares sigue siendo clave para la estabilidad económica del país y el plan que impulsa Sergio Massa en este último año de mandato, por lo que el Ministro de Economía prepara dos nuevas iniciativas claves.
Es preciso mencionar que, el Gobierno tenía mucha expectativa en la vuelta al poder de Lula en el país, dado que espera que se vea plasmada este lunes en los acuerdos que firmen los dos países en la primera visita oficial al extranjero que el flamante presidente hará.
Allí, ambos países profundizarán la cooperación en muchas áreas, pero a Massa había algunos proyectos económicos que le interesaban en particular. Uno de ellos es el que firmarán los bancos nacionales de ambos países para generar un marco que permita aumentar el intercambio comercial sin poner en peligro las reservas.
En detalle, este acuerdo es de un esquema de financiamiento del comercio exterior con una compensación a 180 días, mientras se avanza en la discusión de una moneda única para negociar y escapar a la obligación de usar el dólar como medio de cambio.
En la misma clave, la otra gran apuesta de Massa para proteger las reservas del Banco Central es sellar un REPO con cuatro entidades financieras de tres diferentes continentes. La propuesta que se está negociando, es conseguir divisas utilizando como garantías títulos públicos.
El esquema, sería de dos por uno, dado que por cada dólar que el Estado argentino recibiría, se entregarían dos en títulos públicos, cuya cotización depende del riesgo país, un indicador sobre el que el Gobierno viene poniendo el ojo y que cayó desde su pico de 2.975 a mediados del año pasado a apenas por encima de 1700 en la última semana.
