viernes, diciembre 13, 2024

Sin reacción: la hiperactividad del Congreso contrasta con la parálisis de la Legislatura

Mientras por las comisiones de ambas Cámaras nacionales ya pasaron 11 ministros, en Provincia sólo hubo una reunión pública que reclamó la oposición. Los cuerpos todavía no se conformaron y los acuerdos se demoran.

Mientras en el Congreso de la Nación la Cámara de Diputados ostenta hiperactividad en medio de la pandemia de coronavirus con el paso de nueve ministros de Alberto Fernández por las reuniones virtuales de comisiones, en la Cámara baja bonaerense ni siquiera se conformaron los cuerpos y apenas dos ministros respondieron la requisitoria de un puñado de legisladores.

En exactamente dos semanas por las comisiones nacionales pasaron Luis Basterra (Agricultura), Nicolás Trotta (Educación), Ginés González García (Salud), Mario Meoni (Transporte), Felipe Solá (Relaciones Exteriores y Culto), Daniel Arroyo (Desarrollo Social), Agustín Rossi (Defensa), Sabina Frederic (Seguridad Interior), Mario Cafiero (INAES) y Claudio Moroni (Trabajo).

Los encuentros son a través de la modalidad de videoconferencia y participan los legisladores que las integran junto al presidente de ese cuerpo Sergio Massa. ¿Cómo se activaron los cuerpos en el medio de la cuarentena? Mediante una resolución excepcional acordada con la oposición.

“La evolución de la situación sanitaria exige que se adopten medidas rápidas, eficaces y urgentes, necesarias para el funcionamiento de este Honorable Cuerpo. Por dichas razones de oportunidad, mérito y conveniencia se solicita que se disponga la integración y constitución de las comisiones de trabajo”, expresa el texto.

En ese sentido, Massa también resolvió activar los fondos que reciben los diputados habitualmente para repartir subsidios y supeditarlos solamente a la asistencia del sistema de salud. No se trata de una medida reveladora pero muestra capacidad de respuesta ante la crisis. En ese caso también medio un acuerdo político.

En este sentido, el contraste con la Cámara baja bonaerense que preside el lomense Federico Otermín es tajante. En La Plata, tanto desde el oficialismo como desde la oposición, aseguraron a Diputados Bonaerenses que “si bien existen charlas” sobre el armado de comisiones, “todavía no hay nada”. Sin duda, la lentitud de las conversaciones discrepa con las urgencias a las que obliga la pandemia.

Tal como este medio, parte de esa falta de acuerdos responde a la cantidad de actores en juego, sobre todo en el peronismo. Las dificultades ya se advirtieron tempranamente por ejemplo en la extensa pulseada por los funcionarios de ley, que se resolvió creando dos cargos entre gallos y medias noches. La misma posibilidad se baraja en las comisiones para que el reparto deje relativamente conforme a todos los sectores. Algo que parece lejano.

Hasta el momento lo más parecido al Congreso que ocurrió en la Cámara baja bonaerense, fue la primera y única reunión que mantuvo el gobernador Axel Kicillof con los presidentes de bloque de la oposición. En el encuentro estuvieron los ministros Daniel Gollán (Salud), Sergio Berni (Seguridad) y el jefe de Gabinete, Carlos Bianco.

En ese cónclave surgieron varias definiciones, entre ellas hubo consenso en no realizar sesiones salvo que el Ejecutivo necesite algún instrumento urgente, se pidió activar las comisiones y surgió la creación de una mesa política para darle participación a la oposición en la provincia, un reclamo que levantaron diferentes legisladores. En el marco de este último punto, se prometió una reunión virtual con Bianco, que hasta donde pudo saber este medio todavía no tiene fecha.

La misma parálisis atribuyen diferentes fuentes a los acuerdos sobre los recursos –subsidios, becas y módulos. Si bien en los últimos se empezaron a distribuir algunos fondos, aseguran que “todavía no está cerrado el acuerdo general”. En esa línea, muchos opositores vienen cuestionando fuera de micrófono la falta de respuestas en medio de la emergencia sanitaria.

Así, desde Juntos por el Cambio vienen transitando un delgado equilibrio entre la postura de colaboración –reclamada por María Eugenia Vidal a ambas bancadas amarillas- y las primeras presiones públicas para sacar de la parálisis al cuerpo, dentro de las cuales se anotan la batería de proyectos que presentaron en las últimas dos semanas.

“Vidal nos incitó a tratar que las comisiones se conformen, al menos las que están relacionadas con la pandemia y la crisis actual: salud, seguridad social, ponerlas en funcionamiento  para que nos permita evaluar estos temas y proyectos que presentamos que todos tienen que ver con este contexto de emergencia”, confiaron desde las huestes opositoras.

En el bloque de Juntos por el Cambio consideran que el trabajo conjunto que se ve en Nación, no se traslada a la provincia. Por eso, reclamaron vía proyectos conocer el mapa de infectados de Covid-19 en la provincia, precisiones sobre el reparto de insumos en los hospitales y crear comités de crisis en los diferentes centros de salud, por mencionar algunos casos.

“Una democracia de calidad de estado de derecho existe cuando están los tres poderes presentes, vemos un aprovechamiento de que sólo se vea el trabajo del Ejecutivo”, sentenció en los últimos días la diputada Alejandra Lordén. En esa dirección, el jefe de la bancada Maximiliano Abad también explicó que le dijeron a Kicillof “que estamos para sesionar, que las comisiones hay que ponerlas en marcha y que una república funciona con los tres poderes del Estado”.

En tanto, en la Cámara que preside la vicegobernadora Verónica Magario la situación de parálisis es similar, aunque los acuerdos políticos marchan a otra velocidad. Sin embargo, el contraste es evidente: mientras que en Nación funcionan algunas comisiones y ya asistieron dos ministros, en Provincia los cuerpos todavía no están constituidos.

Por la Cámara que comanda Cristina Kirchner pasaron la ministra de Mujeres, Género y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, Moroni y González García, en las últimas horas. La actividad es notablemente menor que en Diputados, donde como se dijo rindieron cuenta nueve integrantes del Gabinete de Fernández, pero mucho mayor que en la Cámara alta bonaerense.

En este sentido, según pudo reconstruir Diputados Bonaerenses, en los próximos días habrá novedades sobre la conformación de las comisiones de los senadores bonaerenses.

De todas maneras, a casi un mes de decretada la cuarentena obligatoria la Legislatura bonaerense sigue sumergida en una absoluta parálisis que se contrapone a la situación de emergencia que atraviesa el territorio bonaerense con el número más altos de infectados y de muertos por coronavirus del país, con una creciente crisis económica en las cuentas provinciales y municipales y un sistema sanitario deficiente para afrontar el pico de contagios.

Hay quienes sopesan el escenario arguyendo que la actividad legislativa durante el mandato de Vidal tampoco fue copiosa. Eso es una realidad incontrastable: dos de los cuatro años (2017 y 2019) registraron las peores marcas desde el retorno de la democracia. De hecho, el año pasado la Legislatura también atravesó un larguísimo período de parálisis. El debate, sin embargo, no parece estar anclado en determinar quién es “el menos peor”, sino en brindarle respuestas y lo mejor del trabajo conjunto de la clase política a los bonaerenses en el medio de una pandemia que no distingue de grietas.

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