Luego de que la Bióloga Marina Simian se presentara en un concurso de TV para reunir fondos para financiar sus investigaciones contra el cáncer y llegara hasta ser recibida por el presidente Mauricio Macri, varios fueron los científicos que se sumaron al reclamo.
Tal es el caso de los investigadores del Conicet de Bahía Blanca quienes denunciaron que el envío de recursos comprometidos por el Estado tiene largas demoras y llega a “cuenta gotas”.
En este sentido, quien tomó la palabra desde la localidad bonaerense fue el senador Federico Susbielles. “En Bahía también pasa y es un enorme retroceso institucional. Imposible pensar un país mejor si no cambiamos el rumbo”, apuntó.
“Desfinancian el Conicet y las universidades donde se forman nuestros investigadores. Para este gobierno la ciencia y el desarrollo tecnológico no son prioridad”, sentenció el legislador.
El problema de la escasez de fondos para la ciencia argentina no es nuevo, aunque en este momento se vuelve a sufrir con mayor intensidad. Así lo confirmó el director del Conicet bahiense, Ernesto Bjerg.
“Para dar un ejemplo, nos están llegando a cuentagotas los fondos de algunos proyectos aprobados en 2016 para ser ejecutados en 2017. Ese dinero no está actualizado por inflación ni ninguna otra variable”, señaló Bjerg en diálogo con el medio local LaNueva.
En este sentido, el científico agregó que “hay proyectos que preveían la compra de tres o cuatro equipos y, con la plata que realmente llega, se termina eligiendo a uno solo porque se lo considera el más importante”.
Cabe destacar que, en ciertos casos, los presupuestos incluyen la compra de equipamiento importado, con lo cual la vertiginosa suba del dólar complicó aún más la situación.
Por otro lado, la comunidad viene padeciendo inconvenientes para afrontar las obras de mantenimiento edilicio y para pagar las abultadas sumas que implican los servicios públicos.
“En cambio, no tenemos problemas con los gastos operativos cotidianos, pero el año pasado sí hubo demoras y tardamos en pagar algunos servicios públicos, al punto que temimos que nos corten la energía”, concluyó el especialista.
