En medio de las tensiones por el acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur, el presidente de la Nación, Alberto Fernández, viaja este domingo a Bruselas, Bélgica, para participar de la III Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), donde se buscará la firma de un memorándum de entendimiento sobre temas energéticos.
“Se abordarán todos los temas que implican a cuestiones ambientales, cuestiones de comercio, cuestiones de derechos humanos entre la Celac y la Unión Europea y es una cumbre de primer nivel de jefes de Estado por lo tanto siempre es muy importante”, aseguró el jueves en conferencia de prensa, la portavoz del Gobierno, Gabriela Cerruti.
En particular, el Jefe de Estado llevará adelante una agenda centrada en las inversiones, principalmente, en materia de energía y alimentos. “Aspiramos a trabajar en el desarrollo de las cadenas de suministros entre ambas zonas geopolíticas, más allá de las diferencias de enfoques”, detallaron desde Casa Rosada.
Vale recordar que, el acuerdo de libre comercio entre el viejo Continente y el Mercosur, alcanzado en principio en 2019 después de dos décadas de negociaciones, aún debe ser ratificado. Sin embargo, las negociaciones vienen demoradas, debido a las exigencias medioambientales relativas al sector agropecuario agregadas en marzo pasado por la UE.
Es que, Europa exige, para avanzar con los acuerdos comerciales entre ambas regiones, ciertas condiciones en los modos de producción de los países latinoamericanos para evitar el impacto ambiental, como por ejemplo, la contaminación del agua y la deforestación. Por ello, la firma del eventual pacto entre los bloques, se encuentra empastado.
No obstante, durante una sesión informativa sobre la Cumbre UE-Celac, un alto oficial del organismo manifestó que están firmes las intenciones de avanzar para que el acuerdo prospere, en consonancia con las posturas de España, Italia y Portugal, que se muestran mejor predispuestos.
Por su parte, los países del Cono Sur, Argentina, Uruguay y Paraguay, reaccionaron sobre el documento agregado en marzo. Empero, Brasil pidió un poco más de tiempo, en el marco de un cambio de gobierno y de perspectiva de la nueva gestión, y desde ese momento están trabajando los textos.
Por ello, actualmente, la Argentina espera la contestación formal de Brasil sobre los temas ambientales, así como sobre los dos documentos presentados por el Gobierno, vinculados con las pymes, la transición energética y ambiental, y la constitución de cadenas birregionales de valor.
Sin embargo, desde el Gobierno se mostraron críticos con los pedidos de celeridad que dejaron trascender desde la UE, en relación a la “demorada” respuesta del bloque de países del Cono Sur, por las condiciones ambientales de los modos de producción.
“Se demoró casi cuatro años para escribir su documento adicional sobre medioambiente; Argentina, Uruguay y Paraguay reaccionaron; y Brasil pidió un poco más de tiempo en el marco de su cambio de gobierno y de perspectiva. Han pasado poco más de cuatro meses; no es un retraso enorme, y se trata de un tema importante”, afirmaron desde Casa Rosada.
Vale recordar que, hace dos semanas, cuando Luiz Inácio Lula da Silva asumió la presidencia protémpore del Mercosur en Puerto Iguazú, el presidente de Brasil replicó la carta de la UE en la que expuso sus condiciones para el acuerdo y consideró que el texto contiene “amenazas de sanción”, en particular en relación a los temas ambientales.