La titular de AySA y candidata a intendenta de Tigre por el Frente Renovador, Malena Galmarini presentó una denuncia penal para que se investigue el “seguimiento” realizado a su persona en las últimas horas por parte de agentes municipales, mientras la dirigente realizaba una recorrida por uno de los predios que la empresa estatal posee en el distrito bonaerense.
En la presentación judicial, a la que tuvo acceso Diputados Bonaerenses, Galmarini responsabiliza de los actos de “persecución” al intendente de Tigre, Julio Zamora. “Considero que existe una violencia política hacia mi perona, en tanto todo esto sucede porque soy precandidata en el partido y adversaria política del intendente en ejercicio“, expresó la referente massista.
Es preciso mencionar que, además de ser titular de AySA, Galmarini es precandidata a intendente de Tigre por el Frente Renovador y tiene planeado enfrentar al actual jefe comunal, Zamora, en las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) para disputarle el sello del Frente de Todos.
“Además de un claro caso de malversación de recursos públicos, se trata de un caso de violencia por motivos de género“, señaló en su denuncia penal Galmarini que, además, vale la pena destacar que es esposa del ministro de Economía y exintendente de Tigre, Sergio Massa.
De esta manera, tras la presentación judicial de Galmarini, la Justicia ordenó el allanamiento de la base de operaciones del Centro de Operaciones Tigre (COT), en el que se confiscó el teléfono de un agente municipal y las grabaciones de las cámaras de seguridad que registraron los hechos denunciados por la dirigente renovadora.
Según denunció Malena Galmarini ante la Justicia, el episodio de hostigamiento contra su persona tuvo lugar el 23 de marzo, día en que visitó una obra de AySA ubicada en el centro del municipio de Tigre junto al referente del Frente Renovador, Lázaro Flores.
Allí, acorde al relato de Galmarini, un agente se acercó a los visitantes que, a pesar de que todavía no habían ingresado al predio, les solicitó sus nombres para guardar registro. Una vez que ingresaron a la obra, la titular de AySA vio la llegada de un segundo móvil y, al retirarse, el efectivo municipal se alejó hacia una esquina para hablar por teléfono en “actitud sospechosa”.
“Pase por el predio de Aysa de Tigre, a fin de observar el estado de las obras que se están llevando a cabo. En ese momento observé la presencia de un móvil municipal del Centro de Operaciones, el cual al advertir nuestra presencia requirió nuestros nombres para asentarnos en un cuaderno. Al rato, después de brindar los datos, llegó otro móvil”, relató Galmarini en su presentación.
Párrafo seguido, la dirigente massista reconstruyó que “el empleado que nos pidió los datos se negó a identificarnos”. “Luego de salir del predio, nos encontramos con uno de los choferes de los móviles que nos observaba, mientras reportaba a otra persona. Al otro día tomé conocimiento que publicaron una foto mía tomada en esa fecha. La función de los móviles municipales es realizar recorridas de previsión de delitos y no permanecer detenidos en lugares puntuales”, añadió.
Días después del suceso, comenzó a circular por Whatsapp una fotografía de Galmarini mientras realizaba el recorrido por la obra de Aysa, supuestamente tomada desde uno de los vehículos de vigilancia locales, acompañada de la leyenda ofensiva “por lo visto nada que hacer en la casa”.
Frente a esto, la titular de AySA señaló que se trata de una práctica de violencia política por parte de Zamora, debido a que utilizó la fuerza municipal para amedrentarla por ser precandidata a intendenta de Tigre. “Me fotografían agentes de la patrulla municipal, me siguen con las cámaras de seguridad. ¿No hay cosas más urgentes que resolver?”, escribió Galmarini en sus redes sociales.
Además, Malena Galmarini consideró que el texto que acompaña la foto que se viralizó se trata de un contenido de violencia machista. “¿Por qué tendría que tener otra cosa que hacer en el ámbito doméstico? ¿Allí es donde les dicen a los agentes municipales que debemos estar las mujeres?“, dijo.
“Existió violencia de género simbólica porque agregaron a la foto que me sacaron una leyenda que ofende mi condición de mujer. Asimismo, quiero agregar que no se trata de un hecho aislado ya que la persecución por cámaras de seguridad resulta una práctica ya utilizada por el municipio. Del mismo modo, tomé conocimiento que existió una persecución contra los trabajadores del Centro de Operaciones de Tigre”, expresó Galmarini en su denuncia penal.
Por su parte, el intendente de Tigre, Julio Zamora, aseveró que la empresa que dirige Galmarini, AySA, ocupa el terreno “de manera irregular” y señaló que se trata de un usurpamiento, ya que argumentó que la Cámara de Casación falló a favor del municipio respecto a la titularidad del inmueble.
Asimismo, vale recordar que Massa y Galmarini rompieron lazos políticos con el intendente Zamora en 2017, por lo que la precandidatura de la titular de AySA viene de la mano de la intención de recuperar el municipio emblema del Frente Renovador, Tigre.
