(*) Por Constanza Moragues
Recién me preguntaron si acaso no condeno los actos de violencia, y mi respuesta fue, es y será: sí. Los actos de violencia no resuelven conflictos, por el contrario, los agravan.
Sucede que, para quienes venimos del periodismo, la gravedad de un hecho siempre la determina el contexto, y en nuestro país, ese contexto es muchas veces pervertido o distorsionado por una ingeniería social perfectamente diseñada para imponernos, por encima de los hechos, un relato.
Hay alarmas que se encienden cuando hay una amenaza presente, especialmente si estamos frente “al hecho más grave desde la vuelta a la democracia, como el atentado a Cristina Kirchner“.
En las imágenes que vimos del episodio de ayer, costaba mucho identificar el encendido de esas alarmas.
No hubo nadie que instintivamente buscara agacharse o esconderse, no hubo exclamación involuntaria alguna frente al supuesto peligro, ni gritos, ni caras de temor. No se activó ningún protocolo de seguridad inmediato, y tampoco se tomaron medidas en ese sentido, en las horas subsiguientes (al menos no se han dado a conocer despidos ni remociones en los cargos de las autoridades de seguridad/custodios).
Tal vez producto de la improvisación y manipulación a la que estamos acostumbrados. Tal vez como resultado de la vida anestesiada que llevamos, de vivir siempre postergando nuestros planes por una realidad que nos atraviesa sin permiso: un piquete, un paro, un robo, un asesinato, una injusticia.
A nosotros no nos toca juzgar, sino a la justicia. Nuestra tarea es discernir. Analizar lo ocurrido y evaluar. Dejar que cada poder se ocupe de hacer su parte.
Querer manipular la realidad para convertir un imponderable en un suceso político partidario es algo aberrante y absolutamente repudiable.
Inadmisible, la utilización del hecho para acosar moralmente a quienes buscamos garantizar los límites frente a los abusos de poder de los gobiernos de turno, incluso cuando ese límite llega en forma de metáfora, tal como lo expresé en el día de ayer, haciendo referencia a The Truman Show.
Al país lo sacamos adelante con conciencia y trabajo. No con acoso moral y feriados.
(*) Constanza Moragues es diputada bonaerense de Avanza Libertad.
