En contraposición a la política nacional de apertura indiscriminada de las importaciones, la diputada bonaerense del radicalismo, Belén Malaisi, presentó un proyecto de ley para establecer por un año el estado de “emergencia económica, laboral y social” a la industria textil y del calzado, con el objetivo de bajar la carga tributaria en el sector.
En ese sentido, la iniciativa de Malaisi contempla eximir por el período de 365 días del pago del impuesto a los ingresos brutos a una serie de actividades vinculadas a la preparación y fabricación de productos textiles y de calzado, como así también excluir del pago del impuesto inmobiliario a las edificaciones que comprendan las actividades.
“Tanto en Ingresos Brutos como en materia de Impuesto Inmobiliario tenemos una herramienta que se constituye en un paliativo para nuestras industrias que dan trabajo y sustento económico a cientos de familias. Es un esfuerzo como forma de contrarrestar los efectos de la apertura indiscriminada por parte del Gobierno nacional”, precisó la legisladora bonaerense en los fundamentos del proyecto.
Entre las actividades eximidas del pago a los Ingresos Brutos, en el contexto de emergencia económica planteado, Malaisi enumeró a los sectores de Preparación e hilandería de fibras textiles; Tejeduría; Fabricación de productos textiles; Curtido y terminación de cueros; Confección de prendas de vestir y Accesorios de cuero, Fabricación de calzado.
Es preciso señalar que, a través de un decreto, la administración del presidente Javier Milei recortó a fines de marzo los aranceles a las importaciones de ropa y calzado, que pasaron del 35% al 20%; de telas de 26% a 18%; y los distintos tipos de hilados de 18% a 12, 14 y 16%, volviendo a los valores previos a 2007.


Según manifestó Malaisi en diálogo con Diputados Bonaerenses, la apertura de importaciones es una situación que se vivió en otros tiempos, con resultado negativo para la industria nacional. “Vemos como empiezan a ingresar múltiples productos que no pueden competir, porque tienen una baja de impuestos que nuestras empresas no tienen”, puntualizó.
“La apertura de las importaciones en un contexto de proteccionismo estatal en todo el mundo, pone en Sergio riesgo a nuestros puestos de trabajo y a cientos de empresarios que ven peligrar su patrimonio por la falta de competitividad en igualdad de condiciones”, añadió la diputada bonaerense del radicalismo.
Por último, Malaisi precisó que el anuncio del Gobierno nacional también afecta gravemente al bloque regional del MERCOSUR y su espíritu, debido a que “contradice y vulnera los acuerdo que nuestro propio país firmó”. “Afectará tratados y compromisos con respecto a nuestros socios más próximos”, concluyó.
Con relación a la repercusión en los sectores productivos nacionales, desde la Unión Industrial Argentina (UIA) pidieron mejoras para la producción local, al afirmar que “es preocupante que la agenda de integración comercial no esté acompañada de una agenda de competitividad dentro del país”.
En tanto, la Federación de Industrias Textiles Argentinas (FITA) se sumó a las voces críticas y advirtió que la medida “podría tener un impacto devastador en el empleo, la producción y la sostenibilidad de la cadena de valor textil en el país”.