Tras ingresar a la Cámara de Diputados de la Nación, el Ministerio de Economía, Sergio Massa, presentó los lineamientos generales del Presupuesto para el próximo año, donde se proyecta un crecimiento del 2,7% del Producto Bruto Interno (PBI) y una inflación del 70% anual.
En tanto, el tipo de cambio oficial alcanzaría los $600 a fin de año, un 63,48% más de lo proyectado al cierre de 2023, lo que convalidaría un ligero atraso cambiario. Además, respecto a la meta de déficit fiscal, el Estado argentino respetaría el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) con un 0,9% del PBI.
No obstante, desde la cartera de Economía giraron en el Presupuesto 2024 una separata de 4,7% puntos del Producto Bruto Interno, entre distintas exenciones impositivas y gastos tributarios. en el que se inscriben los magistrados de los Poderes Judiciales nacional y provinciales, Ganancias de asociaciones civiles, fundaciones, mutuales y cooperativas y alícuotas reducidas de IVA.
En concreto, con relación a este año fiscal, en el proyecto de Presupuesto 2024 se cristaliza una caída proyectada del 2,5% del Producto Bruto Interno, una tasa de inflación del 135% y un dólar a $367.
Sin embargo, fuentes del Palacio de Hacienda reconocieron que los números del Presupuesto 2024, “se hicieron con cautela” y conscientes de que están muy expuestos a la definición electoral que consignen las elecciones de octubre, y los planes que pudiera haber en un futuro gobierno, sea del color político que fuere.
Desde el punto de vista fiscal con miras a 2024, la mejora vendría asociada principalmente a mayores ingresos tras dejar un 2023 atravesado por la sequía que azotó a todo el territorio nacional, desde la cartera de Massa calcularon que el impacto de la misma representó una caída 0,8% del PBI percibido.
Es que, con una importante suba en los ingresos de los derechos de exportación, la recaudación del impuesto país ganará protagonismo en el peso relativo de la recaudación y la caída de subsidios energéticos.
En detalle, desde el Palacio de Hacienda sostienen en el proyecto del Presupuesto 2024 que por parte de los recursos los ingresos crecerían en promedio un 111% (0,7% del PBI), al mismo tiempo que por los derechos de exportación se proyecta una suba real de los impuestos asociados al mercado del trabajo en un 4% versus 2023.
Otro de los efectos que esperan ver de lleno en 2024, desde el Ministerio liderado por Massa, es un fortalecimiento de la recaudación impositiva en general por un efecto positivo en el blanqueo de capitales.
Si bien no serían asociados al proyecto de ley que todavía está trabado en el Congreso, sino producto del avance en los convenios de intercambio de información en los que fue avanzando el fisco y la mayor precisión con que cuenta el organismo tributario para fiscalizar.
En cuanto al gasto, se proyecta un crecimiento del 93% promedio. La premisa es que los salarios públicos y la asistencia social crecerán levemente por encima de la inflación. Habrá otras partidas que, consecuentemente, quedarán por debajo de la inflación tales como algunos gastos corrientes, subsidios, y transferencias a provincias.
Por otra parte, si el Congreso Nacional emite un Presupuesto 2024 con superávit, no sería, en principio, necesario financiar al Tesoro Nacional y emitir, lo que colaboraría a lograr una baja sensible de la inflación.
Respecto de la balanza comercial para 2024 desde el Gobierno Nacional esperan una mejora sustancial por una fuerte mejora de las exportaciones. Desde Hacienda reconocen que eso será importante y hará mucho más ágil el tema importaciones.
No obstante, desde el Ministerio también reconocen que eso dependerá del resultado electoral y el sistema en que se encuentre el país el próximo año. En concreto, va a haber entre 20 y 25 mil millones de dólares más para administrar y agilizar importaciones de acuerdo con las circunstancias. Si se espera una mejora del 2,7% las importaciones deberán liberarse en cierta medida para darle mayor dinamismo a la economía.