Tras la suspensión de la audiencia que iba a ocurrir el pasado jueves, la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y representantes del Gobierno se reunirán este martes por la tarde para reabrir tanto la discusión paritaria como el debate por el reparto de subsidios a las empresas de transporte.
Es que, el pasado 15 de mayo la Secretaría de Transporte de la Nación adelantó el pago de subsidios a empresas de colectivos para ganar tiempo en el conflicto entre los empresarios y los choferes enrolados en la UTA, dos días antes del cónclave que iban a mantener ambas partes para calmar las aguas y llegar a un acuerdo salarial. A último momento, el encuentro se suspendió por lo que se prendieron las alarmas de un nuevo paro de micros.
La reunión entre la UTA y el Gobierno, sucederá días después de que Casa Rosada haya convalidado un aumento del 39% de los subsidios que reciben las empresas de colectivos, ya que la secretaría de Transporte decidió mantener congelados el precio del boleto de micros en el Conurbano bonaerense. Si bien desde el Ejecutivo estudian aumentar la tarifa, cuyo mínimo está fijado en $270, aún no hay ni estimaciones ni una fecha fijada para que eso ocurra.
La semana pasada, el secretario de Transporte, Franco Mogetta, transfirió 15 mil millones de pesos a las distintas empresas que manejan las líneas de colectivos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) para poder cumplir con el compromiso de pago de un bono de $250.000 para los empleados.
“Es un adelanto, un préstamo”, indican desde las empresas de colectivos, al tiempo que remarcan que no hay una solución de fondo al conflicto entre los trabajadores que reclaman un aumento salarial y los empresarios. Para pagar el mismo bono no remunerativo el mes que viene los recursos no están.
Por su parte, la UTA solicitará este martes un incremento del sueldo básico por encima de la inflación acumulada desde diciembre, que impacta en el cálculo de horas extras y aportes. En la actualidad, el sueldo mínimo de los choferes de colectivos está en $737.000 y pedirán incrementarlo hasta $1.100.000. Sin embargo, la incógnita es de dónde saldrán los fondos para afrontar los salarios.
“Sin aumento de tarifa ni de subsidios ¿De dónde va a salir la plata?”, pregunta el vicepresidente de la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA), Luciano Fusaro, al tiempo que aclaró que todos los costos que manejan las empresas de transporte están regulados por la secretaría que lidera Mogetta.
Según las cuentas de Fusaro, el pago de salarios pesa en el 50% de la tarifa y el aumento de que se acuerde tendrá un peso superior al que vienen teniendo los bonos con los que los empresarios de transporte ganan tiempo. En el caso que los salarios de los choferes empaten a la inflación, los ejecutivos pedirán que el boleto de colectivos aumente 50%, es decir el mínimo debería pasar de los $270 actuales a $405.
En este contexto, el sector privado continúa ejerciendo presión para que el Gobierno nacional descongele las tarifas. “Se debe sacar una nueva resolución oficial con la actualización de la estructura de costos. Esto sin contar aumentos en el gasoil y otros items”, calculó Fusaro. En tanto, el Gobierno tenía previsto aumentar los pasajes de colectivos de forma escalonada y consecutiva pero lo suspendió para sostener el camino de la inflación a la baja.
Es preciso mencionar que, el boleto tiene un impacto nada despreciable en el cálculo oficial que mide el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). La proyección inicial aumentaba la tarifa mínima a $369 desde abril.
Por último, la expectativa que comparten la UTA y AAETA es que el Gobierno use el superávit del que hace gala y lo destine al incremento de subsidios que vaya a las empresas y a los choferes. La discusión entre las partes se dará mañana a las 13 horas por zoom a instancias de la Secretaría de Trabajo. El gesto de adelantar parte de lo que debía girarse en junio fue bienvenido.