Desde la Secretaría de Energía de la Nación estimaron que el Gobierno podría terminar el año con un recorte de subsidios energéticos más pronunciado de lo previsto en el acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI). La hoja de ruta del Ejecutivo apunta a bajar aún más el presupuesto para las subvenciones energéticas.
Según explicó el subsecretario de Energía, Santiago Yanotti, no hay una planificación acerca del cómo deben ajustarse los subsidios energéticos, aunque aclaró que hay proyecciones sobre los resultados que se podrían obtener y sobre cómo funcionaría la segmentación de tarifas para lograr bajar el gasto por debajo de lo acordado con el FMI.
En este sentido, en 2022 los subsidios energéticos representaron el 1.9% del Producto Bruto Interno (PBI) y el escenario planteado en el acuerdo con el FMI disponía que esa cifra debía reducirse a un 1.5%. Sin embargo, desde la Secretaría de Energía, confesaron que el recorte aspiran a que sea menor al 1%.
En ese marco, el Gobierno avanzó con la eliminación de los subsidios energéticos de los usuarios que no solicitaron ser considerados para continuar percibiendo el beneficio, la mayoría peteneciente a los segmentos de mayores ingresos. Es decir que, a partir de mayo alrededor del 25% de la población pagará una tarifa plena, sin ningún tipo de subvención.
Cabe mencionar que, si bien continúa el registro para acceder a los subsidios energéticos, desde que el Banco Central resolvió que los beneficiarios no puedan acceder a dólares al tipo de cambio oficial o al dólar bolsa, medio millón de personas decidieron darse de baja de la subvención estatal.
“La segmentación tarifaria busca que los subsidios sean una herramienta de política pública para la gente que lo necesita”, sostuvo Yanotti, e informó que casi siete de cada diez argentinos continúan recibiendo subsidios energéticos.
Asimismo, desde la cartera de Energía, informaron que los usuarios comerciales ya experimentaron una reducción acumulada de los subsidios energéticos del orden del 60%. En tanto, a partir de abril se prevé un aumento de tarifas de luz de entre el 80% y 40% para los clientes residenciales de ingresos medios y bajos.
En este contexto, si efectivamente la proyección de recortes de subsidios energéticos que trazó la Secretaría de Energía se comple, mejoraría notablemente el posicionamiento del Ministerio de Economía para continuar con las negociaciones con el FMI y lograr los anticipos de desembolsos del resto del año.
“Se han dado los primeros pasos para implementar el esquema de segmentación de subsidios de energía, que impulsará la reducción del gasto en subsidios en 2023”, remarcó la secretaría a cargo de Flavia Royon.
