Esta mañana, a través de una resolución publica en el Boletín Oficial, se anunció la creación del Programa de Fomento al Sector Aceitero, para sostener el precio del aceite, que incluye los oleaginosos envasados y refinados de soja, girasol y sus mezclas.
El Ministerio de Economía, que financiará el programa con los aportes del dólar soja, tiene como objetivo mantener un precio del aceite “razonable” para los consumidores, así como también garantizar el “pleno abastecimiento” de los envasados para consumo final y familiar de hasta tres litros.
Cabe recordar, que el precio del aceite ya se encontraba subsidiado desde 2020 a través del Fondo Estabilizador del Trigo (FETA), un fideicomiso que siguió la meta de sostener el precio del aceite en el marco de una escalada internacional y que finaliza el 31 de enero que viene.
El fondo para sostener el precio del aceite, estuvo a punto de agotarse en octubre del año pasado, por lo que desde el Gobierno, el ministro de Economía, Sergio Massa, definió un aumento del aporte de los agroexportadores que participan del fideicomiso de hasta US$240 millones.
Sin embargo, con las entregas de aceite de diciembre de 2022, el fondo se volvió a agotar debido a la inflación, por lo que el Gobierno definió la creación del programa para sostener el precio del aceite, y continuar con el subsidio a los adheridos al fideicomiso, que estará vigente hasta el 31 de diciembre.
Cabe destacar que, tras el agotamiento del fideicomiso en diciembre, las empresas cortaron el abastecimiento de aceite y harina a los supermercados, y se encargaron de comercializar únicamente con las marcas que, como habían quedado por fuera del programa, tenían el precio de mercado.
De esta manera, en la resolución del Gobierno se aclara que este mecanismo de pago de compensaciones a los productores y abastecedores de aceite, se llevará a cabo con la condición de que el fideicomiso no cuente con los bienes necesarios.
Por el otro lado, en marzo vuelven a entrar los aportes de los agroexportadores al fideicomiso, que tiene un máximo de US$190 millones anuales y se utiliza para controlar el precio del aceite al consumidor final, tanto de soja, girasol o mezcla, en envases de 900 ml y 1,5 litros.
