Mauro Stefanizzi, el padre de Joaquín, una de las caras visibles de la campaña por la Ley de Electrodependientes, pidió que “abran los cementerios” para poder llorar a su hijo, que falleció el último 15 de marzo por una infección respiratoria.
Se cumplieron cuatro meses desde ese día y la familia nunca pudo ir a “visitarlo”. “En lo personal nunca compartí ni comprendí esa necesidad de ir a un cementerio”, comienza la carta que Mauro compartió en su cuenta de Facebook.
⚠️ #Electrodependientes piden insumos básicos para garantizar el #AislamientoObligatorio en la @BAProvincia
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— Diputados Bonaerenses (@dipbonaerenses) May 20, 2020
“Siempre mantuve la postura de que allí, bajo tierra, solo se encontraban los restos, y que la persona estaba en la memoria y en el corazón de cada uno de nosotros, que pretendemos mantenerlo con vida”, aseguró el padre de Joaquín.
Sin embargo, Mauro sostuvo que “cuando el dolor es tan grande, uno siente la necesidad de ir a algún lado, a verlo, a llorarlo, a estar con él, aunque suene una locura”, y agregó que hoy siente “la necesidad de ir al cementerio”.
“No sé a qué, pero ir. A decorar el lugar donde descansan sus restos, como un acto de amor, de dedicación, o simplemente a pensar en tranquilidad y poder reflexionar”, explicó Stefanizzi en su carta.
En este sentido, Mauro creyó que “nunca iba a estar escribiendo sobre este tema” y que lo hace “con un nudo en el estómago, porque quién puede pensar que en algún momento se encontraría pidiendo que abran los cementerios”.
Como es sabido, los cementerios permanecen cerrados para despedidas colectivas y ritos religiosos, incluso en las provincias más avanzadas en el proceso de confinamiento por la pandemia del coronavirus.
En el cementerio de La Plata, por ejemplo, se practican entierros, pero sin gente y en Bahía Blanca, si bien se realizan funerales, sólo pueden concurrir cuatro personas con barbijo y manteniendo la distancia social.
En tanto, algunos distritos que se encuentran en fase 5 como General Lavalle y San Nicolas se autorizaron hace algunas semanas las visitas solo en grupos reducidos y para personas que acrediten domicilio en la localidad y cumpliendo con las medidas de seguridad e higiene establecidas.
“Llegó una pandemia mundial y debemos cuidarnos, porque sino quizás iremos nosotros o tendremos que crear otro, como sucedió con el Cementerio de la Chacarita, después de que la fiebre amarilla azotara la ciudad de Buenos Aires”, apuntó en la carta.
Para argumentar su pedido, Mauro señaló que aunque el aislamiento le parece “una medida acertada”, los cementerios son lugares extensos, y que “por las pinturas resquebrajadas, las tumbas sin flores y las veredas rotas”, se evidencia que no son espacios a los que concurra mucha gente.
?Una luz de esperanza: el #IOMA prometió avanzar en un registro de #electrodependientes
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— Diputados Bonaerenses (@dipbonaerenses) January 17, 2020
“Apelo que esta carta pueda llegar a las autoridades que corresponden, y de una vez abran los cementerios, por más que sea un tema incómodo, tabú, o raro, porque esto también tiene que ver con la salud mental”, culminó Stefanizzi.
Joaquín Stefanizzi, fue una de las caras visibles del impulso de la Ley de Electrodependientes, luego de que su situación se visibilizara en los medios de comunicación.
En aquel entonces, el aumento explosivo de las tarifas a mediados de 2016, puso en jaque a la familia, que tuvo que vender el auto para poder afrontar las facturas de Edesur y el derecho a la vida tambaleaba
