martes, abril 23, 2024

KicillOFF

Kicillof brindó un discurso de apertura de sesiones que, en las formas, contrastó con el contenido del mensaje. Faltazo de legisladores, tono cansino y errores en la lectura.

Aunque en esta ocasión no hubo apagón masivo que lo interrumpa, este lunes el que pareciera haberse quedado sin energía fue el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, que brindó un mensaje de apertura de sesiones en la Legislatura bonaerense que, en las formas, contrastó en absoluto con el contenido de su mensaje.

En efecto, el mandatario de la provincia de Buenos Aires ensayó un tono cansino que atravesó las casi tres horas del discurso que formuló desde el estrado de la presidencia de la Cámara de Diputados bonaerense. Kicillof utilizó un acento monocorde, que se mezcló con un conjunto de pasajes leídos al pie de la letra, con expresión fatigosa.

- Publicidad -

Se trata de un tono anómalo para un Gobernador que usó su mensaje de apertura de sesiones para ratificar que en las elecciones 2023 buscará ir por un segundo mandato al frente de la provincia de Buenos Aires. “Quizás es porque le imprimieron el discurso en tipografía muy chica, no tiene los anteojos y le cuesta leer bien”, atinaron a argumentar desde su entorno, al tiempo que reconocieron que era una modulación “rara” en Kicillof.

El tono cansino de Kicillof se combinó con una veitena de errores a la hora de pronunciar su discurso. Aunque la mayoría se trató de yerros de lectura, el que más resonó fue en el que incurrió al confundir con “empresarios” a los gremialistas que recibió en el Salón Dorado de la Gobernación, antes de cruzar al Palacio Legislativo.

Lo hablaba con los empresarios”, dijo y rápido de reflejos buscó corregirse, aunque la rectificación no alcanzó para apagar las risas opositoras. Asimismo, el Goberador sostuvo que su administración convirtió en autovías 631 mil kilómetros de rutas, al agregarle tres ceros de más al número que tenía impreso en su ayudamemoria.

Lo cierto es que, Kicillof pareció haber generado un verdadero efecto contagio en el recinto de la Cámara baja. Hubo grupos de legisladores oficialistas, que se mostraron corporalmente poco entusiasmados con el mensaje del mandatario, e incluso que no se prendieron en los cerca de 200 aplausos que efectuaron los dirigentes del Frente de Todos en las casi tres horas de alocusión.

- Publicidad -

Por caso, en la última fila de bancas que miran de frente al estrado de la presidencia de la Cámara de Diputados bonaerense, se ubicaron los camporistas, Matías Molle, Pablo Obei, Mariana Larroque, Micaela Olivetto y Berenice Latorre, el paceño José Pérez y el massista Germán Di Césare, quienes fueron algunos de los que notoriamente esquivaron, en varias oportunidades, los festejos del auditorio.

Para muestra basta un botón. Una de las legisladoras que integra la bancada de diputados del Frente de Todos, en pleno discurso de Kicillof, se recorrió el recinto en búsqueda de una pastilla para el dolor de cabeza, que terminó consiguiendo de manos de uno de sus pares peronistas que, evidentemente, se había ido preparado.

El poco entusiasmo por el mensaje del Gobernador también se evidenció en las ausencias, al punto que el personal de la Legislatura bonaerense tuvo que retirar parte de las sillas plegables que habían acomodado en el recinto de la Cámara baja. En ese sentido, hubo un nutrido grupo de legisladores, oficialistas y opositores, que directamente pegaron el faltazo.

Del mismo modo, tampoco se dejaron ver en la Legislatura bonaerense, los ministros de la Suprema Corte de la provincia de Buenos Aires, Hilda Kogan, Gabriel Torres, Daniel Soria y Luis Genoud, ni el azobispo de La Plata, Víctor ManuelTuchoFernández, ni referentes del movimiento de derechos humanos.

Incluso, hubo invitados del sindicalismo, como Hugo Moyano u OscarColode Isasi que se retiraron en medio del mensaje de Axel Kicillof, también hicieron lo propio algunos legisladores que resolviron no quedarse a esperar hasta los aplausos finales.

El tono monocorde que mantuvo Kicillof, varió en contadas oportunidades. Por ejemplo, durante algún cruce puntual con el bloque de Juntos y en los últimos 30 segundos que le llevó la enumeración que realizó para cerrar su discurso. En paralelo, parte del auditorio entonó cánticos a favor de su reelección, mientras la oposición se retiraba velozmente del recinto.  

Recién en ese momento de cierre, el contenido del mensaje coincidió con las formas. Al discurso de Kicillof, para acto de lanzamiento de campaña le faltó épica y entusiasmo y para mensaje instucional le sobró campaña.

Más Leídas

Destacadas

Participá con tu comentario