Una comitiva del Ministerio de Economía viajará este martes a Washington para avanzar con las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), a la espera de concretar un acuerdo por la millonaria deuda que mantiene nuestro país con el organismo financiero.
En rigor, el secretario de Política Económica del Palacio de Hacienda, Gabriel Rubinstein, el jefe de asesores del Ministerio de Economía, Leonardo Madcur, el vicepresidente del Banco Central, Lisandro Cleri, y el director de la entidad monetaria, Pablo Manuel Carreras Mayer, se trasladarán a la capital estadounidense para reunirse con el director para el Hemisferio Occidental del FMI, Rodrigo Valdés.
Esta será la primera reunión entre Valdés y los representantes del Gobierno argentino para tratar la renegociación de la deuda externa, desde que el funcionario del FMI asumió en su cargo en mayo de este año. Por su parte, el ministro de Economía y precandidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, no viajará a Washington.
Cabe destacar que, el pasado lunes por la mañana, Massa reunió a su equipo económico para organizar los próximos pasos de su gestión, que ahora funcionará en paralelo a la carrera electoral.
Entre las temáticas que se trataron en el cónclave, estuvieron una serie de mejoras para jubilados (se anunciarán este martes), la publicación del dato de inflación de junio (será este jueves), y el viaje a Estados Unidos, que, según estipulan desde el Palacio de Hacienda, será uno de los últimos antes de cerrar el acuerdo de renegociación de la deuda con el FMI.
De hecho, Massa lo había anticipado en una entrevista televisiva el domingo por la noche, luego del acto de inauguración del Gasoducto Néstor Kirchner. “Tenemos que repensar el acuerdo con el FMI porque el acuerdo es inflacionario. Estamos planteando variables distintas a las que traíamos, con buena fe. Estamos muy cerquita de poder ponernos de acuerdo”, destacó.
De ser así, la noticia no solo beneficiaría la gestión económica de Massa, sino también su postulación de cara a las elecciones, teniendo en cuenta que el rendimiento del Palacio de Hacienda repercutirá directamente en su desempeño en las urnas.
En este contexto, el principal pedido que llevará a cabo Macur, Rubinstein y compañía, es que el FMI desembolse fondos adicionales para cargar las arcas del Banco Central, ante la falta de reservas ocasionada por la cruda sequía que perjudicó las cosechas de todo el país.
Vale recordar que, hace algunas semanas, el Gobierno nacional le realizó un pago al FMI de USD 2.700 millones correspondientes a los vencimientos de junio, con una parte en yuanes y la otra con el activo de reserva internacional del organismo, las DEG.
Este gesto, además de ser una de las obligaciones que tiene el Gobierno para normalizar los pagos con el FMI, también sirve para generarle confianza al ente financiero en vistas de concretar un adelanto en los desembolsos, la principal prioridad actual tanto del Ministerio de Economía como de Massa.
No obstante, a pesar del accionar argentino, el FMI insiste con que el Ejecutivo nacional debe actuar con medidas de austeridad, es decir, recortar el gasto público. Pero, según indicó el entorno de Massa, el precandidato presidencial no quiere perjudicar la actividad económica, teniendo en cuenta que estamos a casi un mes de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), y una mala noticia en el bolsillo del electorado podría perjudicar seriamente su perfomance en los comicios.