jueves, abril 25, 2024

Presupuesto de Kicillof: de noche, todos los gatos son pardos

La frenética jornada del Presupuesto de Kicillof dejó tela para cortar en la Legislatura bonaerense. Enojos, reproches, negociaciones trasnochadas, operaciones y desprolijidades de todo tipo. Sin embargo, de noche, todos los gatos son pardos.

Por Juan Manuel Negri (*)

Con la Copa del Mundo en la tierra de Diego Maradona, de Lionel Messi y del fútbol, parece lejano, pero las últimas dos sesiones del año en la Legislatura bonaerense, se desarrollaron de madrugada, sobre el filo de la final histórica final de este domingo.

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En el parlamento provincial, fue una jornada frenética de tensiones políticas, negociaciones trasnochadas, pases de factura y desprolijidades de todo pelaje. A decir verdad, maratones como la del jueves pasado son un clásico en la provincia de Buenos Aires en días de presupuesto. Sin embargo, en este caso fue el corolario de un deslucido período parlamentario, que terminó como comenzó. Casi, que no podía ser de otro modo.

En los recintos de ambas Cámaras de la Legislatura bonaerense apenas hubo debate por el Presupuesto de Kicillof. Era demasiado tarde, la jornada se había extendido más de la cuenta y los bostezos estaban en boca de casi todos los legisladores, a esta altura un poco desacostumbrados al ejercicio de la labor legislativa. Tampoco había muchas precisiones, el texto se había terminado de cocinar hace unos minutos. Todo pasó entre despachos. Otra vez los pasillos del parlamento provincial fueron testigos de acuerdos secretos, reproches cruzados, operaciones y baños de realidades.

Presupuesto de Kicillof: el acuerdo secreto

La última reunión de la mesa negociadora en que el Gobernador delegó la potestad de confeccionar el acuerdo con la oposición por la “ley de leyesfue un encuentro express. Era martes 6 de diciembre, la tarde estaba extremadamente calurosa en La Plata y todos querían escuchar la sentencia a Cristina Kirchner en la causa Vialidad. Los negociadores del Frente de Todos y de Juntos, ingresaron apurados pasadas las 17 horas rumbo al despacho de la presidencia de la Cámara de Diputados y apenas 45 minutos le bastaron para llegar “número mágico” de los fondos para obras y seguridad por el que tironeaban los intendentes de ambos campamentos. A la salida de ese fugaz, pero productivo cónclave, los legisladores remarcaron que el “acuerdo era inminente”, aseguraron que se cerraría “por teléfono”, arriesgaron que apenas “faltaba un esfuerzo más” y deslizaron que el entendimiento orillaría los $57 mil millones. En la madrugada del viernes se sancionaron $45.500 millones para obras y unos $11.000 millones para el fondo de seguridad, más otros $4.000 millones en concepto de Aportes del Tesoro Provincial. Apenas un rato antes del fallo que ensancharía la grieta, la mesa del Presupuesto de Kicillof había destrabado lo que hasta el momento era el principal diferendo. En el despacho de la Presidencia de la Cámara baja oficialistas y opositores consensuaron mantener en reserva el avance hasta el martes próximo, en la antesala de la sesión doble.

Los negociadores de Juntos, el intendente Julio Garro, y los jefes de bloques, Maximiliano Abad y Christian Gribaudo.
Los negociadores de Juntos, el intendente Julio Garro, y los jefes de bloques, Maximiliano Abad y Christian Gribaudo.

La vocación acuerdista generó un inusitado malestar en el ecosistema del kirchnerismo duro, que intentó poner en marcha una operación, que finalmente no llegó a nacer, con el objeto de exponer la silenciosa decisión de postergar hasta 2025 el revalúo a la tierra rural. “Axel no avanzó contra el campo. Hay una continuidad en ese sentido”, observa un legislador oficialista. De acuerdo a datos oficiales, los beneficiados son los dueños de apenas el 3% de las parcelas rurales de toda la provincia de Buenos Aires, con valuaciones mayores a $12.864.721. Como en otros tantos rubros, la Legislatura bonaerense adeuda un debate profundo sobre la matriz tributaria, hoy concentrada en los impuestos a la actividad, como los Ingresos Brutos, y en los patrimoniales, que, por caso, gravan las viviendas o rodados únicos de los pequeños contribuyentes. Con sorna, en el kirchnerismo afirman que el demorado revalúo es “el Vicentín de Kicillof”.

El jefe de la bancada del Frente de Todos en Diputados, el camporista César Valicenti.
El jefe de la bancada del Frente de Todos en Diputados, el camporista César Valicenti.

El misterio del CUD

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La acalorada discusión de último momento por la conformación del Coeficiente Único de Distribución (CUD), que rige, junto a la variable de ingresos corrientes percibidos, el reparto de los fondos coparticipables que llegan a los municipios, no dejó a todos contentos. Los intendentes de Juntos, pero también del Frente de Todos, del interior cerraron la grieta. En los pasillos los legisladores masticaban bronca. “A los intendentes peronistas del interior les viene pasando lo mismo, están perdiendo recursos. Después con la compensación se pierde igual por la inflación o, directamente, nunca llega”, se quejó un legislador del PRO. En los distritos del interior bonaerense esa pérdida es sumamente dañina para las arcas, ya que los recursos coparticipables explican un 70% de los ingresos y las tasas municipales el otro 30%, a la inversa de lo que ocurre en los municipios del Conurbano.

La diputada del PRO, Florencia Retamoso, casi se duerme una siesta en la sesión del Presupuesto de Kicillof.
La diputada del PRO, Florencia Retamoso, casi se duerme una siesta en la sesión del Presupuesto de Kicillof.

Pero también los intendentes amarillos y radicales pusieron el grito en el cielo por el recorte de recursos del nuevo CUD, que se terminó compensando con un tope del 5% y los mencionados Aportes del Tesoro Provincial. Entre los intendentes de Juntos estaba fresco el acuerdo por el Presupuesto 2022, en el que Kicillof reveló el coeficiente días después de la sanción de la “ley de leyes”. Naturalmente, la repartija no fue generosa con los distritos opositores, lo que llevó a varios de los intendentes perjudicados a pasar por mostrador del jefe de Gabinete, Martín Insaurralde. Pero no a todos. “Nos corrieron hasta finde año”, admite un diputado con terminal en un jefe comunal opositor de peso. Entre la tropa de Juntos también volaron operaciones sobre supuestos acuerdos subterráneos y diferencias entre los socios de la coalición opositora.

Durante todo el jueves los números del CUD. Por presión de Juntos, se filtró un recorte de los municipios opositores, pero los del resto fueron un verdadero misterio para la mayoría de los legisladores, que tocaron de oído durante toda la negociación. “Los tienen entre siete llaves”, describió uno de los diputados, que se quejó de las formas que tuvo el debate express por el Presupuesto de Kicillof. Pasó en ambas orillas, hubo legisladores que horas después debieron levantar la mano para votar otra sangría de recursos para sus municipios, sin acceder a los datos durante toda la extensa jornada del jueves y viernes a la madrugada. De hecho, la falta de información atravesó a todos los bloques, donde la negociación pasó por una mesa reducida. Párrafo aparte se merece el enojo de los senadores que otra vez se vieron desplazados de la negociación del Presupuesto y Ley Impositiva.

Estalló el WhatsApp de Kicillof

En el Frente de Todos el destrato al interior de los bloques desató tempestades en el grupo de WhatsApp que Kicillof comparte con los legisladores. El Gobernador envió un mensaje de agradecimiento por “la aprobación de los instrumentos legislativos” y cosechó una avalancha de reproches. “De nada compañero, es bueno saber que te ayudamos sin saber que votamos. El día de ayer fue una vergüenza en general, somos la escribanía perfecta. Me alegro que actuando como idiota te haya ayudado”, se sinceró, directa, la diputada de Ensenada, Susana González, que también puso sobre la mesa la renuncia a la vicepresidencia del bloque y la banca que debería haber ocupado en el Consejo de la Magistratura, designación que se cajoneó durante todo el año, por pedido de la jefatura La Cámpora, que impulsa la diputada Maite Alvado, pareja del legislador y encargado de la Orga a nivel provincial, Facundo “Moja” Tignanelli, que, a propósito, hace pocos meses visitó el auditorio del edificio anexo de la Cámara baja, para presenciar la presentación de un proyecto del que participó la referente bahiense. “En más de 20 años de militancia nunca me sentí tan usado y forreado como en esta etapa“, se sumó el diputado, Walter Abarca, integrante del peronismo del interior bonaerense, dirigente de Saladillo y otrora hombre de confianza de Néstor Kirchner. Alguna vez el propio Abarca conto en el recinto de la Cámara de Diputados durante un homenaje al santacruceño, que era una de las tres personas que estaban autorizadas a ingresar al despacho del expresidente sin golpear. En la sesión del jueves Abarca fue uno de los diputados del Frente de Todos que no votó el Presupuesto de Kicillof, pero no el único. Entrada la noche del jueves en la oposición, con buen tino, ponían en duda que el oficialismo tuviese todos los votos propios.

La diputada del Frente de Todos, Susana González, les cantó las 40 al Gobernador.
La diputada del Frente de Todos, Susana González, les cantó las 40 al Gobernador.

En una mirada más amplia, como ya se analizó en esta columna en varias oportunidades, las bancadas del Frente de Todos arrastran profundos problemas de coordinación y comunicación con el Poder Ejecutivo de Kicillof desde los albores su llegada a la Gobernación. Las críticas de Susana González y Abarca, que las escucharon todos aquellos que caminan los pasillos de la Legislatura bonaerense durante toda la administración del mandatario, son apenas el síntoma de una enfermedad germinal del oficialismo, aunque también son tensiones que atraviesan a las bancadas opositoras. En febrero de este año Kicillof reunió a la tropa legislativa en el Salón Dorado en dos encuentros por separado. Desde el entorno del Gobernador, que venía de delegar las riendas de las negociaciones en la Legislatura bonaerense a los intendentes peronistas del Conurbano, referenciados en Insaurralde, admitieron las fallas y prometieron subsanarlas. Como era de esperarse, eso nunca paso. Esta semana todo volvió a estallar por los aires. El que siembra vientos, cosecha tempestades.

Presupuesto de Kicillof: Si pasa, pasa

“No sabemos que vamos a votar. Otra vez es a libro cerrado, después pasan artículos como el de los municipales”, se lamentaban en uno de los despachos del Senado bonaerense, donde el movimiento era mucho menor. A su vez, lo expresó con crudeza la diputada Débora Indarte en el acotado “debate” de la Cámara baja. “Me parece que tenemos que tomar con responsabilidad con algunos temas como el recorte a las asignaciones de los municipales, que votamos (en 2021) sin saber qué era. Nadie explicó como apareció ese artículo”, sostuvo la marplatense, que en abril de este año pegó el portazo al bloque oficialista. Desde la izquierda también apuntaron en el mismo sentido: “Este Presupuesto se está tratando de madrugada, dos días antes de la final del Mundial, evidentemente los que organizaron esta sesión no tuvieron la voluntad de promover un debate público. Se está votando a libro cerrado algo que no sabemos que es, que armaron cuatro personas. El año pasado cuando pasó esto, resulta que le robraron los salarios familiares a los trabajadores, que ganan un plan social”, dijo Guillermo Kane.

Algunos legisladores del Frente de Todos se mostraron sorprendidos de haber levantado la mano para modificar la ley 14.656 que desenganchó los valores de las asignaciones familiares de los municipales de los establecidos por la Anses y habilitó a los jefes comunales a pagar montos inferiores a los empleados municipales. La protesta de los sindicatos que protagonizó Fesimubo terminó con gomas quemadas, intentos de ingreso a la Legislatura bonaerense, vidrios rotos y empleados heridos.

Los trabajadores legislativos aguantaron la avanzada de los municipales sin un sólo elemento de seguridad.
Los trabajadores legislativos aguantaron la avanzada de los municipales sin un sólo elemento de seguridad.

En un momento de la batalla campal, los empleados de ambas Cámaras resistieron la avanzada de los municipales sin ningún tipo de protección, ni elemento de seguridad, ante la lluvia de piedrazos. Según pudo saber este medio, en plena batahola en el portón de ingreso al estacionamiento de la Legislatura bonaerense, en el despacho de la Presidencia de la Cámara hubo un llamado a interlocutores del ministerio de Seguridad para que interviniesen los efectivos de Infantería que estaban apostados en las inmediaciones del Palacio, pero no hubo respuesta. Los uniformados, totalmente pasivos, presenciaron la encendida protesta sin mover un pelo. Fueron horas tensas y hubo reproches por el improvisado operativo de seguridad que se montó.

Los municipales levantaron el corte de calle en la tarde del jueves con la promesa que en texto del Presupuesto de Kicillof se iba a remendar la ocultada reforma a la ley 14.656. Fue el último punto que negociaron los bloques mayoritarios ya entrada la madrugada del viernes. Antes, la diputada Soledad Alonso que había sido una de las pocas legisladoras que salió a dialogar con los trabajadores, firmó un proyecto, en el que trabajaron varios senadores, para avanzar en esa dirección. Finalmente, Juntos se plantó en defensa de las arcas de los intendentes y en la demorada reunión de labor parlamentaria se acordó cajonear el tema. Otro clásico, de la Legislatura bonaerense.

La diputada del Frente de Todos conversa con los integrantes de Espacio Abierto Juntos.
La diputada del Frente de Todos conversa con los integrantes de Espacio Abierto Juntos.

Un baldazo de agua fría

Minutos antes de ingresar a la madrugada del viernes, en la que finalmente se sancionaría el Presupuesto de Kicillof, los diputados que habían ingresado al recinto para pedir la última prórroga de la noche, recibieron un verdadero baldazo de agua fría. Desde los palcos superiores los familiares de víctimas de siniestros viales, increparon a los legisladores. En la mayoría de los casos, los representantes del colectivo de víctimas y del Consejo Provincial de Víctimas que llegaron desde diferentes puntos de la provincia de Buenos Aires estaban desde las primeras horas de la mañana para presenciar la sanción de la ley de alcohol cero al volante, en la que tampoco se debatió. “Son un asco, no están a la altura”, agarró la voz cantante una de las mamás. Mientras tanto, los diputados presentes en el recinto estaban completamente paralizados, casi inmóviles, boquiabiertos. El que atinó a llevar algo de tranquilidad fue el massista Rubén “Turco” Eslaiman, que estaba presidiendo la solicitud de la prórroga.

La bronca de los familiares de víctimas de siniestros viales en el recinto de la Cámara de Diputados bonaerense.
La bronca de los familiares de víctimas de siniestros viales en el recinto de la Cámara de Diputados bonaerense.

Después de los gritos, el ministro de Transporte, Jorge D’Onofrio y la diputada platense Lucía Iañez, que también es familiar de víctimas de siniestros viales, subieron hasta el segundo piso del Palacio Legislativo, para contener a la completamente decepcionada y agotada delegación. No sólo habían esperado todo el día, sino que llevaban más de 20 años aguardando que se avance con la normativa que apunta a reducir los siniestros viales relacionados al consumo de alcohol y estupefacientes al volante. La falta enorme falta de consideración, fue una metáfora que condensa el cada vez más pronunciado alejamiento de la Legislatura de los verdaderos problemas que atraviesan a los bonaerenses. Los familiares de víctimas fueron los únicos héroes en ese lío.

Para los diputados los reproches de los familiares de víctimas fueron un verdadero baldazo de agua fría.
Para los diputados los reproches de los familiares de víctimas fueron un verdadero baldazo de agua fría.

Las deudas del Presupuesto de Kicillof

Una de las pocas intervenciones políticas que tuvo el cercenado debate por el Presupuesto de Kicillof en la Legislatura bonaerense, la encabezo el senador de Juntos, Marcelo Daletto, que buscó darle profundidad a la discusión. El legislador, que supo presidir la comisión de Presupuesto de la Cámara baja, se propuso enumerar cinco cosas que estuviesen bien del presupuesto y cinco que estuviesen mal. Apurado, por la vicegobernadora Verónica Magario, que intervino varias veces para garantizar el cierre del discurso, Daletto no llegó a concretar el desarrollo, pero dejó, acaso, algunos conceptos sobre la mesa, que vale la pena que el parlamento discuta en alguna oportunidad.

  • Falta de información: Daletto puso en contexto la carencia de los datos de la ejecución presupuestaria a la hora de votar la “ley de leyes”, lo que la transforma en un verdadero “dibujo”. De momento, el ministro de Hacienda, Pablo López, autorizó mostrar los del primer trimestre. Del resto, ni noticia. “Votar un Presupuesto cada vez se parece más a un acto de fe, que a una atribución legislativa. Trabajamos con proyecciones que no se cumplen. La Argentina y el mundo lo resolvió con un ‘enter’ y con oficinas de Presupuesto”, remarcó. En la Cámara alta se encuentra presentado un expediente del senador radical Agustín Máspoli que propone la creación de una oficina de Presupuesto, como la que funciona en el Congreso nacional, y también tiene antecedentes en un texto del legislador mandato cumplido Juan Manuel Pignocco, que integró hasta hace poco el equipo de Verónica Magario.
El senador Marcelo Daletto no llegó a completar su exposición por el Presupuesto de Kicillof.
El senador Marcelo Daletto no llegó a completar su exposición por el Presupuesto de Kicillof.
  • ¿Y los recursos de los bonaerenses?: Daletto también cuestionó que este punto esté ausente en el debate. El senador de Chacabuco aprovechó para recordar que los dos únicos gobernadores que lograron recuperar recursos para la provincia de Buenos Aires fueron Eduardo Duhalde con la creación del Fondo del Conurbano y María Eugenia Vidal, quien logró con su actualización, que había quedado con un tope fijo de $650 millones desde la década del ’90, llegando a 2017 completamente desactualizado. “Kicillof hace obra pública con los fondos que consiguió Vidal, con la extensión de la tarjeta de crédito“, chicaneó el senador y agregó: “En 2020 el Fondo del Conurbano representó 205% del gasto en obra pública; en el 2021 el 167%; en el 2022 el 102% y en 2023 va a significar el 96%”. En ese contexto, para el senador de Juntos la pelea por la coparticipación “es una de las banderas más importantes que debe levantar un político bonaerense”. “El Gobierno en el mensaje del Presupuesto se queja de la gran discriminación de coparticipación de la provincia de Buenos Aires, pero no plantea soluciones concretas”, enrostró.
Presupuesto de Kicillof. El peso del Fondo del Conurbano en la obra pública.
Presupuesto de Kicillof. El peso del Fondo del Conurbano en la obra pública.
  • Presupuesto como “ley ómnibus”: otro ítem sobre el cual puso la lupa Daletto fue en los “artículos colados” dentro de la “ley de leyes” lo que la deviene en una ley ómnibus, como ocurrió con la que regula las asignaciones para los trabajadores municipales en 2021 o con otros artículos de la actual, como el que valida el pago de la energía eléctrica de los barrios populares.

“Son 3.57 de la mañana, lleva 15 minutos hablando, y los senadores por ley tienen 10 minutos”, lo cortó Magario, en una de sus reiteradas interrupciones, ya con su clásica impostada voz de fastidio. Hasta ahí llegó el intento por debatir el Presupuesto de Kicillof.

Era de madrugada, todos estaban cansados, algunos tenían que ir preparar las valijas para viajar a Qatar y, de seguro, gran parte del cuerpo quería cerrar el complicado año parlamentario de una buena vez.

Al fin de cuentas, en la Legislatura bonaerense, de noche todos los gatos son pardos.

(*) El autor es director del diario digital Diputados Bonaerenses.

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