Los familiares, amigos y colegas del colectivero asesinado en la localidad bonaerense de La Matanza, Daniel Barrientos, le dan el último adiós en la sala funeraria Nuestra Señora del Valle, ubicada en Gregorio de Laferrere.
“Estuvimos juntos antes de que se vaya a trabajar, yo tomé un mate, él un café. Cuando me enteré lo que pasó, no tuve fuerzas para salir a manejar mi unidad”, declaró Jorge, uno de los compañeros de trabajo del colectivero asesinado, mientras le daba el último adiós.
Además, el colega de Barrientos aseguró que los choferes están “muy expuestos a situaciones de inseguridad constantes” cuando salen a trabajar, y destacó que los robos a colectiveros ya no tienen sentido porque “no llevan dinero encima”. “No sé qué quieren, te matan por cualquier cosa”, remarcó.
En la misma línea, el sobrino del colectivero asesinado en La Matanza, que también asistió al velatorio para darle el último adiós a su tío, expresó que en la familia sienten “una tristeza absoluta”, y aprovechó el momento para pedir “más seguridad en las calles” de la provincia de Buenos Aires.
“Ojalá el crimen de mi tío sirva para que las autoridades deben tomar conciencia e implementar medidas para que disminuya la inseguridad en las calles del Conurbano bonaerense y del país”, expresó el sobrino del colectivero asesinado este lunes en La Matanza.
Cabe recordar que, durante el último adiós a Barrientos, la concubina del colectivero asesinado en La Matanza, Andrea, sostuvo, atravesada por el dolor, que la pérdida de su compañero le “sacó las ganas de vivir”.
Asimismo, Andrea recordó que Barrientos estaba a pocos días de comenzar los trámites de la jubilación, y que anhelaba pasar más tiempo con la familia, irse a vivir a la Capital federal, e invertir junto a su concubina en un negocio para sostenerse. “No pudimos lograrlo”, expresó.
Es preciso mencionar que, Barrientos quedó en medio de una balacera que se generó cuando dos sujetos ingresaron a la unidad que conducía, con el objetivo de robarles a los pasajeros, pero se encontraron con un efectivo policial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que los enfrentó.
Pero la noticia del colectivero asesinado desató la furia de sus colegas, que hace años le exigen a los funcionarios mayores medidas de seguridad para los choferes del transporte público, por la gran cantidad de asaltos que sufren a diario en los distintos puntos del Conurbano bonaerense.
Es por eso que, la Unión de Tranviarios Automotor (UTA), convocó rápidamente a un paro general acompañado de una fuerte movilización de todos los choferes del transporte público, que concluyó en una golpiza al ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni.