Silvina Batakis asumirá una “gestión de emergencia” con urgencias que van desde el manejo del dólar, el control de la inflación, la definición de las nuevas tarifas de luz y gas, el cuidado de los salarios, la deuda pública, la renegociación con el Club de París y el cumplimiento del acuerdo con el FMI.
En lo inmediato, Batakis deberá reprogramar su agenda para viajar a la capital francesa en momentos en que los vencimientos de la deuda con los Estados europeos se aproximan y se requiere de una nueva negociación para reprogramar los pagos.
El encuentro con el Club de París estaba previsto para el próximo miércoles 6 de julio con la presencia del renunciado Martín Guzmán, para modificar las metas para el segundo trimestre y renegociar nuevas condiciones de tasas de interés y plazos.
Batakis deberá encauzar el descontrolado proceso inflacionario y manejar con cuidado la actualización tarifaria a partir del recorte de los subsidios al consumo de luz y gas.
Al mismo tiempo, Batakis no podrá descuidar cuestiones macroeconómicas, como la renegociación de la deuda en pesos que va venciendo y sobre la cual es preciso reprogramar los plazos, con coordinación con el Banco Central en el manejo de la tasa de interés y la asistencia financiera al Tesoro.
A Batakis también le espera la revisión de las metas cuantitativas acordadas con el Fondo Monetario Internacional dentro del actual programa de Facilidades Ampliadas, que le permita al país acceder a otro tramo de financiación con fondos frescos y para reforzar el sistema de reservas.
Las negociaciones con el FMI comenzarán antes de fin de mes, aunque el organismo le dio al Gobierno argentino un margen de maniobra más amplio para que el cumplimiento de las metas fiscales pueda administrarse a lo largo del año siempre que a fin de 2022 el déficit sea del 2,5% del PBI.
El mercado financiero espera ahora señales de la nueva ministra Silvina Batakis tanto en materia financiera y cambiaria como en medidas de contención de la inflación.