En medio de las negociaciones con las autoridades bonaerenses por el conflicto con el titular de AUBASA, Ricardo Lissalde, el Sindicato Único de Trabajadores de Peajes (SUTPA) volvió a implementar medidas de fuerza y levantaron las barreras de los peajes en la Autopista Buenos Aires–La Plata y en las rutas que forman parte del Sistema Vial Integrado del Atlántico.
Luego de más de una semana de discusión, el pasado miércoles parecía que el conflicto había llegado a una posible resolución cuando las autoridades del Gobierno provincial pusieron en la negociación a una persona “más permeable” para dialogar con el sindicato que conduce Facundo Moyano.
Sin embargo, desde SUTPA sostuvieron que aún aguardan ser recibidos a una nueva audiencia por lo que decidieron retornar a las protestas. De esta manera, los trabajadores de AUBASA continuarán sin cobrar peaje en la Autopista Buenos Aires-La Plata, la Autovía 2 y las rutas 11, 74, 56 y 63.
En declaraciones radiales, la secretaria general de SUTPA Florencia Cañabate, remarcó que el conflicto está relacionado a la implementación del sistema Telepase, el cual denuncia que fue implementado “de forma unilateral por parte de la empresa”.
“Pedimos un plan serio de reconversión para tener en cuenta a los trabajadores, hay que recalificar al trabajador y tiene que quedar dentro de la empresa, como lo estamos haciendo en otros accesos”, sostuvo la gremialista.
Según sostuvieron desde SUTPA, la incorporación del Telepase dejará aproximadamente a mil trabajadores sin funciones y remarcaron que desde la empresa ya les anticiparon que no los pueden reubicar, porque no hay otra tarea que puedan hacer.
Los trabajadores del sindicato insisten en plantear que la única solución plausible al conflicto era el desplazamiento del presidente de AUBASA, Ricardo Lissalde, de su cargo, puesto que además lo acusan de maltratos y acoso laboral.
Por su parte, AUBASA cuestionó la actitud de SUTPA: “Lo que hacen es bloquear los Telepase para que solo se pueda pasar por las cabinas de pago manual y de esa manera ninguno de los autos que pasan por los peajes paga por hacerlo”.
Según precisaron desde la empresa pública bonaerense, cada jornada de protesta generó una pérdida de $ 20 millones al Estado provincial, que es el monto de recaudación diaria aproximada entre todas las cabinas de peajes.
