“Cada día de trabajo vamos a ir viendo transformaciones concretas que se van a traducir en mejoras para la gente”, afirmaba María Eugenia Vidal en primera apertura de sesiones de la Legislatura bonaerense en marzo de 2016.
A tres años de ese discurso, la apertura de las importaciones, la devaluación y la inflación, se convirtieron en un combo fatal para las textiles bonaerenses. Sólo en lo que va del 2019 cerraron Color Pool de Pilar y Sport Tech de San Martín, sumando 260 despidos.
Además, en las últimas horas se conoció el cierre de Empretex, de Luján, una firma con más de 20 años de trayectoria. “Después de un mes de vacaciones, nos informaron que por las políticas de este Gobierno la fábrica cierra”, dijo un trabajador.
Desde un tiempo a esta parte la empresa que llegó a contar con 50 trabajadores ya venía reduciendo personal. “Hubo despidos durante el año pasado y la planta se venía achicando”, destacó el cesanteado.
En total, se trata de 20 trabajadores que quedarán en la calle y sólo percibirán el 50% de la indemnización. “Nosotros teníamos como cliente más importante a Puma, pero con la apertura de importaciones no pudo competir con el costo a nivel nacional”, aseguró.
“A partir de ahí vinieron una serie de complicaciones financieras, la facturación cayó muchísimo. Quedamos con Kosiuko y otros clientes más pequeños”, agregó el trabajador despedido.
