Este domingo, la jueza federal María Eugenia Capuchetti rechazó el pedido de excarcelación de Gabriel Carrizo, el presunto líder de la “banda de los copitos”, en la causa judicial que investiga el atentado a Cristina Kirchner.
La decisión de Capuchetti se basó en que la liberación de Carrizo podía poner en riesgo la investigación del intento de magnicidio contra Cristina Kirchner, tal como opinó el fiscal Carlos Rívolo y la querella que encabeza José Manuel Ubeira.
Cabe recordar que Carrizo, detenido desde el miércoles pasado, está acusado ser el líder de la “banda de los copitos”, grupo implicado en el atentado a Cristina Kirchner, ocurrido el 1 de septiembre en las inmediaciones de la casa de la vicepresidenta, en el barrio porteño de Recoleta.
A su vez, el presunto cabecilla de la “banda de los copitos” posee conexiones con el atacante Femando André Sabag Montiel, su novia Brenda Uliarte y la amiga Agustina Díaz, los otros tres detenidos en la causa del atentado a Cristina Kirchner.
Por su lado, Capuchetti consideró en su decisión que “para el caso de recuperar su libertad, existen circunstancias fundadas para considerar que Carrizo podría entorpecer” la causa del atentado a Cristina Kirchner y “frustrar el accionar de la justicia”.
“La situación de Carrizo pone de manifiesto que los denominados riesgos procesales, lejos de conjurarse, se hallan latentes y resulta razonable presuponer la concreción de los mismos”, agregó Capuchetti.
También, Capuchetti señaló que “en atención a las expresiones efectuadas por el imputado al momento de prestar declaración indagatoria” solicitará a la Policía de Seguridad Aeroportuaria que “se le brinde apoyo psicológico” a Carrizo.
Asimismo, la magistrada a cargo de la causa del atentado a Cristina Kirchner solicitará”que se extremen los recaudos a los efectos de salvaguardar” la integridad física de Carrizo, “tal como se dispuso oportunamente” con Sabag Montiel, Uliarte y Díaz.
Atentado a Cristina Kirchner: los chats de Carrizo
En este contexto, el viernes, luego de tres horas en Comodoro Py, el abogado defensor del presunto jefe de la “banda de los copitos”, Gastón Marano, justificó los chats comprometedores de Carrizo y explicó que se trató de “un chiste” de mal gusto que no debió haber hecho.
Esa broma, según el letrado que defiende a Carrizo, se la hizo a una familiar para molestarla “porque ella es filo-kirchnerista” y aseguró que el arma que le adjudican nunca existió, ya que su defendido nunca tuvo una pistola como la que intentó gatillar Sabag Montiel contra Cristina Kirchner.
También, otro de los hechos que podrían involucrar a Carrizo es una foto de una persona con barbijo en las cercanías del edificio de la Vicepresidenta, aunque Marano aseguró que no es su defendido, dado que ese día “estuvo vendiendo copos de azúcar en el Parque de la Costa, en Tigre”.
Carrizo es el cuarto detenido en la causa del atentado a Cristina Kirchner, dado que el primero fue Sabag Montiel, luego Uliarte y la tercera fue Agustina Díaz. Por estas horas, fuentes judiciales aseguran que “podría haber más implicados”.
