Este martes, la Cámara de Diputados de la Nación sesionará para darle el visto bueno final al proyecto de ley de Boleta Única de Papel, el nuevo sistema electoral que impulsó el Gobierno de La Libertad Avanza, y que de aprobarse, podrá ser utilizado en las próximas elecciones de medio término que se celebrarán en el 2025.
Es preciso mencionar que, la Boleta Única de Papel no sólo revolucionará la forma de votar que se implementó en Argentina durante los últimos 40 años, sino también las fechas clave del calendario electoral para el 2025, ya que el nuevo sistema electoral, que ya cuenta con la aprobación del Senado plantea ajustes importantes que alterarán la dinámica de las elecciones nacionales.
El primer y más drástico cambio que traerá la Boleta Única de Papel, es que a partir de su aprobación la impresión de papeletas estará centralizada, es decir, pasará a ser una tarea que deberá garantizar en todo el territorio argentino y por igual el Estado nacional, en lugar de los partidos políticos como se hacía hasta el año pasado.
Este ajuste, aunque vital para asegurar transparencia y eficiencia, implica desafíos logísticos que han llevado al Gobierno de Javier Milei a revisar el cronograma electoral. Actualmente, solo cinco empresas en todo el país tienen la capacidad técnica para producir las papeletas necesarias, debido al tamaño que tendrán, ya que incluirán a todos los partidos, y la cantidad que requiere el padrón nacional.
“El Poder Ejecutivo será responsable de la impresión de las boletas, con un margen adicional del 5% para reposición”, establece el proyecto de Boleta Única de Papel en su artículo 64. Además, este proceso deberá iniciarse con antelación para garantizar que las papeletas estén listas a tiempo, por lo que la Junta Electoral deberá, obligatoriamente, modificar los plazos de cierre de listas y candidatos.
Por otro lado, el proyecto contempla que la duración de las campañas electorales se extenderá de 50 a 60 días, con el objetivo de que los candidatos “tengan más tiempo para comunicarse con los electores” durante el año en que se lleven a cabo los comicios.
En tanto, la presentación de listas deberá realizarse 70 días antes de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), en lugar de los 50 que plantea la ley actual, y las alianzas políticas tendrán que definirse 80 días antes de los comicios, en vez de los 60 días que se manejaban hasta ahora.
En lo que respecta a las elecciones primarias, el artículo 20 del proyecto de Boleta Única de Papel indica que las PASO deberán celebrarse el primer domingo de agosto, lo que en 2025 significará un adelanto de una semana, es decir, la instancia de internas pasará del 10 al 3 de agosto.
Sin embargo, a pesar de los ajustes para las PASO, las elecciones generales de medio término mantendrán su fecha: el 22 de octubre de 2025, aunque las campañas para este evento comenzarán 60 días antes, es decir, el 23 de agosto, y concluirán 48 horas antes del día de votación, en línea con la normativa vigente.
Un tema que aún genera debate es la inclusión de un casillero para votar lista completa, una opción que fue eliminada en el Senado, pero que podría ser reintroducida en la Cámara de Diputados. Esta decisión está en manos de los legisladores, que deberán votar artículo por artículo la versión final del proyecto.

Por su parte, el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, ejerció presión para que se mantenga la exclusión de este casillero, lo que beneficia a las agrupaciones provinciales. En paralelo, bloques mayoritarios de Diputados, como el PRO y la Unión Cívica Radical (UCR), impulsan su reincorporación. “La votación será decisiva y podría reconfigurar el panorama electoral”, anticipan fuentes cercanas al Congreso.
Boleta Única de Papel: ¿un sistema que llegó para quedarse?
Independientemente del resultado final sobre el voto a lista completa, la implementación de la Boleta Única de Papel marcará un antes y un después en la historia del sistema electoral de la Argentina.
Según el Gobierno nacional, la Boleta Única de Papel es un “paso hacia mayor transparencia y simplificación del proceso de votación,” aunque con los desafíos logísticos en marcha, el éxito de su implementación dependerá de la capacidad libertaria para coordinar los plazos y asegurar que las imprentas cumplan con los tiempos estipulados.
Con las elecciones de 2025 en el horizonte, la Boleta Única de Papel ya comenzó a cambiar las reglas del juego, y los votantes deberán estar atentos a cómo se desarrolla este nuevo sistema electoral que busca “modernizar” la democracia argentina.
Boleta Única de Papel: el proyecto que aprobó el Senado
Es preciso mencionar que, la aprobación de la Boleta Única de Papel en el Senado que logró el oficialismo hace dos semanas con 39 votos a favor y 30 en contra, fue el resultado de largas negociaciones que comenzaron en enero para llegar al número de 37 votos que exige la Constitución.
La discusión se destrabó una vez que los distintos bloques acordaron sacar la opción del casillero para elegir la lista completa en la boleta, lo que le permitía a un elector apoyar a todos los postulantes de una misma fuerza política con una sola X, que era un reclamo expreso de los senadores de partidos provinciales, especialmente la senadora Mónica Silva de Juntos Somos Río Negro, y el misionero Carlos Arce, del bloque Renovador de la Concordia.
En la votación de la Cámara alta se opuso el kirchnerismo, que defendió el actual sistema de elección y calificó a la Boleta Única de Papel de “oscurantista” al considerar que, en los distritos que eligen más de diez diputados nacionales, como la provincia de Buenos Aires, no podrán estar visibles los nombres de todos los candidatos.
En tanto, el modelo de boleta aprobado en la Cámara alta es similar al que se utiliza actualmente en Mendoza, y los cargos aparecerán sobre el margen izquierdo de manera horizontal, mientras que los partidos o alianzas, en filas verticales. Quedó descartado el modelo santafesino, que tiene una una boleta distinta para cada categoría.
Hay que tener en cuenta que, una vez aprobada la boleta única en el Congreso, el sistema se implementará para cargos nacionales y convivirá con los distintos sistemas electorales locales de las provincias. Así, cada distrito podrá mantener su actual sistema para la elección con la boleta partidaria de gobernadores, legisladores provinciales e intendentes, y a la vez, deberán usar la boleta única papel para elegir legisladores nacionales el año próximo, o presidente en 2027.