En las últimas horas, la Cancillería a cargo de Diana Mondino, emitió un comunicado en rechazo a la decisión del Ejecutivo de Venezuela de Nicolás Maduro, de revocar “de manera inmediata” y “unilateral” el permiso para que Brasil custodie la Embajada de Argentina en Caracas y el Gobierno de Luiz Inacio “Lula” da Silva ratificó que Brasil quedará en “custodia y defensa de los intereses argentinos”.
“Cualquier intento de intromisión o de secuestro de los asilados que permanecen en nuestra residencia oficial será condenado duramente por la comunidad internacional. Acciones como estas refuerzan el convencimiento de que en la Venezuela de Maduro no se respetan los derechos fundamentales del ser humano”, indica el comunicado de Cancillería.
Cabe señalar que, la Embajada de Argentina en Caracas quedó en custodia de Brasil luego de que el Ejecutivo de Javier Milei desconociera el resultado de las elecciones en Venezuela, que daba por ganador a Maduro, y éste decidiera expulsar a los diplomáticos argentinos bajo el argumento de una injerencia en los asuntos internos.
Asimismo, según lo expuesto por la cartera que conduce Diana Mondino la residencia oficial de Caracas se encuentra rodeada por patrullas de los servicios de inteligencia y fueras de seguridad venezolana, por lo que responsabilizaron al Ejecutivo de Maduro por cualquier tipo de inconveniente sufrido por los residentes.
“La República Argentina expresa su reconocimiento a la hermana República Federativa de Brasil por la representación de los intereses argentinos en la República Bolivariana de Venezuela y agradece su compromiso y responsabilidad en velar por la custodia de los inmuebles argentinos en dicho país”, sostiene el documento que emitió Cancillería.
“6.30 am. En la Embajada de Argentina en Venezuela custodiada por Brasil, estamos con la electricidad cortada y con los accesos a la sede tomados”, denunció la jefa de campaña opositora para las elecciones presidenciales en Venezuela, Magalli Meda.
Es preciso mencionar que, el régimen de Maduro decidió de “manera inmediata”, revocar el beneplácito que le otorgó al Gobierno de la República Federativa de Brasil para representar los intereses de Argentina, por haber encontrado “pruebas” sobre el “uso de las instalaciones de esa misión diplomática para la planificación de actividades terroristas e intentos de magnicidio contra el Presidente”.
En este contexto, el Gobierno de Lula da Silva descartaron de plano el comunicado venezolano y resaltaron la “inviolabilidad de las instalaciones diplomáticas”, y denunció que desde el viernes por la noche hay una patrulla de la Dirección de Acciones Estratégicas y Tácticas (DAET) en la embajada de Argentina.
Sobre ello, desde el Ejecutivo de Da Silva manifestaron su sorpresa por la decisión del régimen de Maduro que “pretende revocar su consentimiento para que Brasil proteja los intereses de Argentina en Venezuela” y reiteraron su compromiso.
Los refugiados en la embajada Argentina en Venezuela
En los primeros días de agosto, la Cancillería informó que los asilados políticos de la oposición al régimen de Maduro, se “vieron privados de salid del país junto al personal de la Embajada a causa del incumplimiento” del Gobierno de Venezuela de la convención de Caracas, luego de que el Ejecutivo decidiera expulsar a todos los diplomados.
En rigor, las personas que se encontraban en la Embajada argentina y debieron ser acogidos por la cartera diplomática de Brasil fueron los referentes opositores al régimen de Maduro: Pedro Urruchurtu Noselli, Humberto Villalobos, Claudia Macero, Omar González, Fernando Martínez y Mottola y Magallí Meda.
En tanto que, el personal diplomático, integrado por 12 personas, que estaba a cargo de Andrés Mangiarotti, debió abandonar Caracas en un vuelo que partió a las 15 horas con destino a Lisboa, Portugal, para luego viajar a Madrid, España y finalmente arribar a Buenos Aires el pasado 3 de agosto.
Por caso, la expulsión de los diplomáticos argentinos de Caracas la instó el Gobierno de Maduro el pasado 29 de julio, luego de que el Javier Milei informó que el Ejecutivo argentino no reconocería el “fraude” de las elecciones de Venezuela, en las que el régimen obtuvo el 51,20% y la oposición con Urrutia a la cabeza aglomeró el 44% de los votos.