A primera hora de este viernes, la ex presidenta Cristina Kirchner publicó una carta de ocho páginas titulada “Es la economía bimonetaria, estúpido”, en la que analiza la situación de la Argentina, y cuestiona fuertemente las políticas implementadas por el Gobierno nacional de La Libertad Avanza, encabezado por Javier Milei.
Es preciso mencionar que, en el escrito, la ex mandataria señala la falta de dólares como el problema principal que afecta la economía del país, y advierte sobre las contradicciones entre las promesas que Milei realizó durante la campaña electoral, y las medidas que finalmente implementó.
“A nueve meses de la llegada al Gobierno de la primera experiencia global anarcocapitalista, una vez más y como siempre, la realidad se impone sobre las teorías extravagantes, los discursos incendiarios y las frases marketineras”, expresa Cristina Kirchner en el primer párrafo de la carta que publicó esta mañana.
En esa línea, la ex vicepresidenta recordó que el líder de La Libertad Avanza “prometía en campaña eliminar la intervención y el control del Estado sobre la vida de los argentinos”, y remarcó que “hoy el Gobierno no sólo interviene y controla, sino que además decide tres de los cuatro precios fundamentales de la economía”.
Así, Cristina Kirchner expresa que la administración libertaria controla el precio del dólar, a través de la tablita de crawling-peg del 2% mensual, el precio del dinero, mediante la fijación de una tasa de interés de referencia ultra negativa, y el precio del trabajo, con la fijación del tope de incremento para los acuerdos salariales.
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Sin embargo, la líder del peronismo advirtió que el Gobierno de Milei solo liberó el precio de los bienes y servicios, “aunque con ciertas limitaciones, ya que las tarifas de luz, gas y el transporte todavía conservan exiguos subsidios, en algunos segmentos de usuarios, y el Estado sigue sin contar con datos fehacientes sobre los costos reales de esos sectores”.
“Si a esta forma de administrar los cuatro precios de la economía le sumamos el ajuste fiscal de Milei, que es inconsistente e insostenible porque lo logra a partir del no pago de deudas exigibles para la administración central y del retiro del Estado de las funciones imprescindibles para la subsistencia misma del país como Nación, se produce un combo letal”, afirma Cristina Kirchner, que en el extenso texto habla de “una tragedia inocultable”.
En ese marco, Cristina explicó que, en una economía bimonetaria como la que rige en Argentina, las políticas económicas de Milei llevaron a una caída brutal de la actividad económica que provocó que el país sea hoy más caro en dólares que los países desarrollados del mundo.
“Esto convierte a la tasa de inflación del 3% o 4% mensual, que Milei y su inefable ministro de economía, Luis Caputo, quieren hacernos creer que es un éxito, en una verdadera tragedia social al producirse en el marco de una profunda recesión económica”, diagnosticó la ex mandataria en su publicación.
“Y como siempre sucede en Argentina, al ajuste le siguen los palos. Las imágenes de argentinos apaleados y gaseados, en esta oportunidad jubilados, no hacen más que confirmar la violencia que engendran ideologías donde los ciudadanos solo son una variable de ajuste. Todo se ha puesto muy feo. Todo está muy mal”, sentencia la ex presidenta en otro tramo de la carta.
Para Cristina Kirchner, el Gobierno de Milei “no sólo ha abandonado en la práctica el discurso liberal de anti-intervencionismo estatal que pregonó durante su campaña electoral, sino que también ha dejado de lado la teoría monetarista que señala a la emisión monetaria como la única y exclusiva causa de la inflación”.
En esa línea, la ex presidenta recordó que, el 21 de agosto de este año, Caputo descartó un salto del dólar al señalar que la “devaluación lo único que hace es que suba la inflación”. “O sea -agrega la ex mandataria- la inflación en nuestro país está atada al movimiento del dólar. Bienvenidos a la Argentina”, ironizó.
Cristina Kirchner: “Milei, el ex libertario”
En otra parte de su escrito, la líder de la principal oposición al Gobierno nacional considera que “es necesario abordar el verdadero problema de la economía argentina desde el rigor que impone la experiencia concreta frente a cualquier ejercicio teórico”, y expresa que “hoy la Argentina no tiene los dólares para pagar la deuda y los mercados lo saben”.
En tanto, para la ex mandataria es esa escasez de dólares la que impide llevar a cabo la dolarización que Milei imaginó durante su campaña electoral como un “plan de estabilización para cristalizar la formidable transferencia de ingresos a los sectores más concentrados de la economía”, producida después de la brutal devaluación y el ajuste fiscal.
“Curiosa paradoja de quien se cree líder amado y admirado a nivel global, pero al que nadie le presta un dólar. A esta altura de la soirée casi, casi que tenemos que hablar de Milei, el ex libertario”, concreta Cristina Kirchner con una fuerte carga de ironía.
Cristina Kirchner: “Es la economía bimonetaria, estúpido”
En la segunda parte del texto, Cristina Kirchner profundiza sobre el cepo, la escasez de dólares y su impacto en la realidad, y expresa que “sería conveniente que, en términos de política económica, nuestros economistas encuentren una definición más rigurosa sobre la regulación para la adquisición de dólares en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) que la de ‘cepo’”.
En ese marco, la ex presidenta recordó que esa etiqueta fue utilizada para estigmatizar la medida que tuvo que adoptar su Gobierno en el año 2012, después de una fuerte corrida cambiaria durante el año 2011, que significó la caída de las reservas con la clara intención de provocar una devaluación del tipo de cambio que, de haberlo logrado, hubiera significado una enorme transferencia de ingresos a favor de los sectores que están dolarizados.
“Lo curioso de aquella corrida impulsada desde el sector financiero es que se produjo en el marco de una economía que, después de la crisis global de Lehman Brothers (2008-2009) crecía en forma sostenida, y en un escenario de certidumbre política, traducida en el triunfo en primera vuelta por 55% de los votos. Quedó así al descubierto que los discursos del mainstream, acerca de la necesidad de certidumbre y estabilidad política y económica son solo eso: discursos”, disparó.
Más tarde, la ex mandataria hace un repaso histórico en el que recuerda que “desde 1972 se calcula que Argentina atravesó 54 corridas cambiarias”, que fueron recurrentes en los últimos 40 años, y que se interrumpieron “temporalmente durante gran parte de la convertibilidad y la presidencia de Néstor Kirchner”.
La administración de Mauricio Macri también está incluida en el análisis: “Fue ‘market-friendly’, pero tampoco se salvó de las corridas cambiarias. Por el contrario, no sólo tuvo una fuerte salida de capitales sino que debió reinstalar el ‘cepo’ que tanto había criticado y que había levantado en 2016 con bombos y platillos y gracias a un feroz endeudamiento externo”.
En la misma sintonía, Cristina Kirchner destaca que “el cepo no pudo ser eliminado hasta hoy, y continúa con el tope de 200 dólares, y eso que pasaron tres gestiones, una macrista, una peronista y ahora hasta libertarios, todo bajo el estricto control del Fondo Monetario Internacional (FMI)”.
En el análisis, la ex presidenta comprende que no se debe “santificar el cepo, sino entender a partir de la experiencia y no desde la teoría, el funcionamiento de la economía en la Argentina frente a la cuestión del dólar”. “Es que, como dice el título de este capítulo, es la economía bimonetaria, estúpido. Una economía donde la moneda que emitimos como Estado sólo es utilizada para transacciones cotidianas Para las otras dos funciones que tiene cualquier moneda, que son las de unidad de valor y de reserva o ahorro, los argentinos utilizan el dólar”, manifiesta la carta.
Cristina Kirchner: “El peronismo se torció”
En este capítulo, Cristina Kirchner enumeró los momentos en los que, según sus consideraciones, el “peronismo se torció”:
- Cuando olvidó que los muertos no pagan las deudas y convalidó el préstamo multimillonario e irregular que el FMI, violando su propia normativa interna, había otorgado al gobierno de Mauricio Macri para que ganara las elecciones.
- Cuando por primera vez en un gobierno peronista los trabajadores registrados no llegaron a cubrir la canasta básica total. O sea: el peronismo con trabajadores registrados pobres.
- Cuando mal administró las divisas obtenidas por superávits comerciales excepcionales.
- Cuando no recuperó el carácter universal que caracterizó a sus políticas sociales y que impedían el surgimiento de clientelismos que solo contribuyen a dividir y a enfrentar a los sectores populares entre sí, e irritar a nuestras clases medias.
- Cuando a pesar de haber atravesado la pandemia con una correcta gestión sanitaria que evitó la falta de atención médica o respiradores se anuló la palabra presidencial por la aparición de un documento fotográfico donde se comprobaba la violación de las normas de aislamiento por parte de quien las había firmado.
Cristina Kirchner: “El peronismo se desordenó”
Al igual que en el pasaje anterior, la ex mandataria enumeró los momentos en los últimos ocho años que, según su criterio, el “peronismo se desordenó” y se corrió de su eje fundacional:
- Cuando no advirtió la modificación de las relaciones laborales de la población económicamente activa, donde los trabajadores registrados en la actividad privada no sólo son minoría, sino que además, sólo el 40% de ellos está sindicalizado. La consecuencia objetiva es que las representaciones sindicales fundantes del peronismo, ya no son la expresión mayoritaria de los trabajadores.
- Cuando no avanzó sobre el viejo modelo de Estado omnipresente que derivó en ineficiencia e ineficacia y no construyó una nueva estatalidad más vinculada a la comunidad y su organización a través da la participación de sus diferentes estamentos.
- Cuando no impulso la reversión del déficit fiscal a través de la reducción del gasto tributario existente por eximiciones, exenciones o promociones a sectores concentrados de la economía, junto a una reforma tributaria que no sólo simplificara la administración impositiva, sino que permitiera construir un sistema más racional y equitativo.
- Cuando no planteó una revisión y reforma profunda de la educación pública, una de las demandas más sentidas y queridas por todos los sectores, especialmente por aquellos que no pueden reunir el dinero necesario para pagar la cuota de un colegio de gestión privada.
- Cuando no pudo superar el consignismo de la desigualdad social por un lado y el gatillo fácil por el otro para abordar un plan de seguridad de carácter integral, donde además se aborde el problema cada vez más creciente del avance narco en las barriadas populares como consecuencia del retiro del Estado y la porosidad de las fuerzas de seguridad.
- Cuando dejó de recordar que no solo donde hay necesidad hay un derecho sino también una obligación y que el trabajo es un derecho, pero también es un deber, por lo que es justo que cada uno produzca por lo menos lo que consume.
- Cuando no reparó en las profundas modificaciones surgidas en el campo de la comunicación social por el avance de la tecnología.