Diputados del PRO con terminales en Cristian Ritondo y Néstor Grindetti salieron a bancar al diputado nacional en su pelea por la conducción del PRO bonaerense, después de la renuncia masiva en el Consejo Directivo, avalada por Mauricio Macri para desplazar a la senadora Daniela Reich y bloquear la fusión con La Libertad Avanza que apuran Patricia Bullrich y Diego Valenzuela.
“El PRO de la provincia de Buenos Aires necesita recuperar la esencia del cambio. Contamos con la mayoría de intendentes, concejales y militantes. No vamos a callarnos porque algunos pocos así lo consideran. Que quede claro: somos el cambio o no somos nada”, advirtió Ritondo por sus redes sociales.
En efecto, la rebelión macrista, además de los 25 de 34 consejeros partidarios, cuenta con 12 de los 14 intendentes que tiene el partido en la provincia de Buenos Aires, sumado a concejales, legisladores provinciales y diputados nacionales, que presionan por aislar al binomio Bullrich-Valenzuela.
“Coincido 100%. Tenemos una identidad, experiencia y valores para transformar la provincia. Estamos comprometidos con un cambio con valores, los valores históricos del PRO! ¡No aflojemos!”, sostuvo el diputado bonaerense Adrian Urreli, mano derecha de Néstor Grindetti.
Por su parte, el diputado bonaerense, Matías Ranzini, que reporta a las filas de Cristian Ritondo, sostuvo: “El Pro de la Provincia y sus intendentes somos la resistencia ante el embate de Kicillof que viene por todo. Somos el cambio o no somos nada, y por eso vamos a ir hasta el último rincón de nuestra provincia acompañando a nuestros vecinos”.
Por estas horas, en las usinas amarillas se aguarda una presentación en la justicia electoral para normalizar el PRO bonaerense y convocar a internas partidarias en los próximos meses. El jueves por la tarde 25 consejeros del PRO bonaerense pasaron a firmar sus cartas de renuncias por las oficinas legislativas de Ritondo, para forzar la salida de Reich, legisladora y esposa de Valenzuela, y quedarse con la jefatura del partido, como prometió Macri.
El detonante de la crisis del PRO fue el acto que organizaron Bullrich y Valenzuela en Esteban Echeverría y al que invitaron al armador libertario, Sebastián Pareja y al senador Carlos Curestis. Se trató de una afrenta a la conducción nacional de Macri. La respuesta del expresidente fue vaciarle el partido al bullrichismo, en medio de la disputa con Milei por la provincia de Buenos Aires.
Del lado bullrichista se ubican el mencionado Valenzuela y Fernanda Astorino, la intendenta de Capitán Sarmiento que responde a Javier Iguacel, junto a un grupo de seis diputados bonaerenses y dos senadoras, entre ellas la propia Reich.
Como desarrolló este medio, la pelea por el PRO bonaerense deja al borde de la ruptura a los bloques amarillos de la Legislatura, que conviven con las tensiones partidarias por la estrategia electoral de cara a 2025 y por un posible acuerdo con Javier Milei.
