El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó el programa de USD 45.000 millones que firmó con la Argentina para el pago de la deuda contraída durante el Gobierno de Mauricio Macri, lo que permitirá al país evitar un costoso default con el organismo internacional de crédito.
Después de un año de negociaciones, el FMI logró dar el ok a la propuesta que el Gobierno nacional, con el ministro de Economía Martín Guzmán a la cabeza, elaboró durante meses y que luego llevó al Congreso nacional para consensuar con las distintas fuerzas políticas.
De esta manera, la Argentina mantendrá una relación directa con el FMI desde este momento hasta los próximos 12 años donde durante una primera etapa de 2,5 años el país deberá cumplir 10 exámenes cada tres meses.
Con la aprobación del FMI, que todavía no fue anunciada en forma oficial, la Argentina desembolsará USD 9800 millones de dólares para pagar los vencimientos de cortísimo plazo por USD 2800 millones que el organismo multilateral aplazó hasta fin de mes, los que también servirán para engrosar las reservas del Banco Central.
Se trata de un programa Extended Fund Facility (EFF), que incluye metas fiscales, reducción de asistencia monetaria del Banco Central, acumulación de reservas, proyecciones de inflación, un esquema de suba de tarifas y recorte de subsidios y menciona la posibilidad de desarmar de manera paulatina los controles cambiarios.
El acuerdo con el FMI tendrá 10 revisiones, las cuales serán trimestrales y tendrán desembolsos entre 2026 y 2034, ganando 4 años y medio sin sacrificar dinero de la Argentina para pagar deuda en estos dos años y medio.
En paralelo a la firma del acuerdo con el FMI, el Gobierno nacional avanza en la negociación con el Club de París para tramitar nuevas condiciones para terminar de resolver la deuda de la Argentina con ese grupo de acreedores.
Las claves del acuerdo con el FMI
Déficit fiscal: Son los objetivos de variables económicas que deberá cumplir el Poder Ejecutivo para poder acceder a los desembolsos trimestrales e incluyen un horizonte de recorte del déficit primario, que debería ser de 2,5% del PBI este año.
Reservas: Se proyectó un recorte a la asistencia del BCRA al Tesoro hasta 1% del PBI y acumulación de reservas por USD 5.800 millones. A lo largo de todo el programa deberían sumarse unos USD 15.000 millones.
Subsidios y tarifas: El Gobierno llamará a una audiencia pública para presentar la nueva segmentación de tarifas a partir de junio. El programa prevé como meta reducir el gasto en subvenciones a la energía en torno de 0,6% del PBI.
Cepo cambiario: Según una hoja de ruta prevista en la letra chica del acuerdo, la elaboración y publicación del plan para desarmar el cepo cambiario y convertirlo en controles “macroprudenciales” debería estar terminado a fin de este año.
Revalúo inmobiliario: Tendría impacto en la recaudación de tributos inmobiliarios de las provincias y también sobre Bienes Personales, un gravamen de carácter nacional.
Transacciones financieras: Desde el Gobierno nacional indicaron que no está prevista la creación de nuevos impuestos ni tampoco aumentar los vigentes sino que se prevé promover una mayor inclusión financiera, en particular los medios de pago electrónicos.
Desembolsos: El primer desembolso sería de 7.000 millones de DEGs, lo que implicaría un primer giro de USD 9.700 millones de dólares y llegaría a cubrir los vencimientos que el Gobierno tiene con el FMI en los próximos tres meses.
