Esta mañana, el juez federal a cargo de la causa de espionaje ilegal a miembros del Poder Judicial y fiscales, Marcelo Martínez De Giorgi, apartó al fiscal, Carlos Stornelli, del proceso judicial correspondiente, luego de analizar la información de la computadora del ex policía detenido en el marco de la investigación, Ariel Zanchetta, y descubrir una conexión entre ambos.
Según explicó el propio Martínez Di Giorgi, el ex policía detenido en la causa por espionaje ilegal había puesto el foco en Stornelli, por lo que el fiscal que se presentó con miras a convertirse en querellante podría tener, a partir de ahora, un interés especial por la investigación. En este contexto, el juez federal decidió apartarlo de la causa.
Por su parte, el fiscal, Stornelli ,no quedó conforme con su desplazamiento de la causa de espionaje ilegal, y ya advirtió a los distintos organismos involucrados que apelará ante la Cámara Federal para regresar a su posición de querellante dentro de la investigación, al considerar que se trata de una decisión arbitraria del juez, Martínez Di Giorgi.
Es preciso mencionar que, esto sucedió hace unas semanas, cuando era el fiscal, Gerardo Pollicita, el que intervenía en la causa. En tanto, la fusión de una denuncia contra el diputado kirchnerista, Rodolfo Tailhade, que se tramitaba en otro juzgado, convirtió automáticamente en imputado en esta megacausa al legislador del Frente de Todos, y obligó al inspector a excusarse, como ya lo había hecho en otros expedientes, a raíz de haberse sentido afectado por una serie de mensajes que el edil difundió en redes sociales.
Así, con Pollicita afuera de la causa de espionaje ilegal, el fiscal ante la Cámara Federal, José Luis Agüero Iturbe, resolvió que sea Stornelli quien quede a cargo de impulsar la investigación, porque ya había intervenido en esa segunda denuncia que se anexó, radicada por el ex ministro porteño Marcelo D’Alessandro contra Tailhade por el mismo delito tras la difusión de supuestos chats de su celular.
Ahora el caso investiga la megacausa de espionaje ilegal que mantiene presos a un hacker misionero, Ezequiel Núnes Pinheiro, y al ex policía Ariel Zanchetta, que aparece como la punta de iceberg de distintas tareas de inteligencia ilícita contra integrantes del Poder Judicial y fiscales allegados a los mismos.
A raíz del análisis de la información del teléfono del ex policía, Pollicita decidió imputar, pedir la indagatoria y hasta la detención del dirigente camporista Néstor Fabián “Conu” Rodríguez, un hombre clave en la estructura comunicacional de la organización liderada por Máximo Kirchner, que además ocupó hasta hace pocos días un cargo jerárquico dentro de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
En el teléfono de Zanchetta, que se decía periodista, aparecía un diálogo en donde el ex policía le preguntaba si seguía “reportando” a él, mientras el funcionario le encargaba averiguar sobre un “objetivo”, que era la entonces ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, con el fin de publicar una nota que criticara su labor dentro de la cartera.
En noviembre, a la causa de espionaje ilegal se le adjuntó un informe encargado por el juez a la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (DAJUDECO), que es la oficina de escuchas, en donde del análisis de los celulares de Zanchetta aparecían diálogos en una aplicación de mensajes con el diputado integrante del Consejo de la Magistratura.
En esos diálogos con el expolicía, Zanchetta le enviaba al legislador un link aparentemente vinculado a la causa Lago Escondido, un reporte de investigaciones que involucraban a la exdiputada Elisa Carrió y un ofrecimiento de datos sobre los antecedentes políticos del senador del PRO, Luis Juez. Tras ello, una treintena de personas se presentaron en el expediente para verlo y/o pedir se querellantes, entre los que se encontraba Stornelli y el juez citó uno por uno para que analizaran el material encontrado y determinaran los pasos a seguir.
Con Stornelli como fiscal designado en la megacausa del espionaje, Martínez De Giorgi, consideró este martes que no podía intervenir. “Se advierte aquí que el rol de querellante pretendido por el Dr. Stornelli resulta incompatible con la función de titular de la acción penal recientemente asignada a la Fiscalía a su cargo, contradicción que podría implicar una afectación al principio de imparcialidad en su actuación como fiscal en concreto en esta causa. Pues, como se dijo, la citada normativa legal procura la actuación del ministerio público”, escribió en la resolución el juez federal.