Los fiscales que intervienen en el juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa, Juan Manuel Dávila y Gustavo García, pidieron este miércoles que los ocho rugbiers imputados por el crimen ocurido el 18 de enero de 2020 en Villa Gesell sean condenados a prisión perpetua.
Tras el alegato ante el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Dolores, los fiscales consideraron acreditado que Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli, Ayrton Viollaz; y Luciano, Ciro y Lucas Pertossi son coautores del delito de “homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas, en concurso ideal con lesiones”.
Concluidas las audiencias del juicio por el asesinato a Fernando Báez, la etapa final del proceso contra los ocho rugbiers se reanudó este miércoles con el alegato de la fiscalía que duró más de tres horas y con el inicio de los alegatos de la querella, encabezados por el abogado Fernando Burlando.
En detalle, los letrados hablaron sobre las pruebas y testimonios que se presentaron en las 13 audiencias del juicio. En ese sentido, puntualizaron que los acusados son coautores del asesinato. “Se solicita que los mismos sean condenados a la pena de prisión perpetua”, expresó el fiscal Dávila.
“Todos se pusieron de acuerdo para matar a Fernando Báez Sosa. La mayoría empezó a pegarle y después se iban turnando y algunos cubrían. En un momento, Fernando como que se quiere levantar y uno de los chicos que estaba con una camisa blanca y con rodete le pegó una patada en la cabeza. Ahí no se levantó nunca más”, remarcó el fiscal García en su alegato.
En la última parte de su alegato, los fiscales solicitaron que Thomas Colazo (el rugbier N°11) y Juan Pedro Guarino sean imputados por falso testimonio. “No se acordaron de nada, no tengo dudas de que por una omisión, mintieron”, precisó Dávila.
Luego de la palabra de los fiscales, el juicio por Fernando Báez Sosa pasó a cuarto intermedio. Fernando Burlando, quien representa a los padres de Fernando, dijo que están “conformes” con el alegato de García y Dávila y adelantó que durante la exposición de particular damnificado habrá “alguna otra sorpresa más”.
Vale recordar que, los ocho rugbiers llevan tres años en prisión preventiva. Una vez que termine la instancia de alegatos, los acusados tendrán la posibilidad de decir sus últimas palabras. Hasta ahora, solo tres no declararon durante el juicio, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Ayrton Viollaz.
Precisamente, durante la etapa de pruebas del juicio testimoniaron, entre otros, el dueño del boliche Le Brique de Villa Gesell, el jefe de seguridad de la discoteca y también cinco de los ocho rugbiers acusados, Máximo Thomsen, Blas Cinalli, Luciano, Ciro y Lucas Pertossi.
Las denominadas “últimas palabras” son una garantía prevista en el artículo 368 del Código Procesal Penal bonaerense, que establece que como último acto, el presidente del tribunal “preguntará a la persona imputada, bajo sanción de nulidad, si tiene algo que manifestar” y luego “cerrará el debate”.
En esa línea, el jueves 26 de enero, desde las 9 horas, será el turno de la defensa, cuando el abogado de los rugbiers, Hugo Tomei, apuntaría a una estrategia para darle la libertad, o morigerar las penas a los ocho jóvenes acusados de asesinar a Fernando Báez Sosa.