En la semana posterior al triunfo en el balotaje del presidente electo de la Nación, Javier Milei, las tensiones crecieron para la conformación del futuro Gabinete con pujas entre el núcleo duro del PRO y La Libertad Avanza. Parte los aprietes giraron en torno a las dificultades para llevar adelante el tan publicitado plan de dolarización.
En los últimos días, Milei tuvo que hacer equilibrio entre las presiones de sus aliados electorales del PRO por colocar a su gente en la mayor cantidad de casilleros del Estado, y la de su propio partido que pugnaba para que sus allegados desembarcaran en los lugares clave.
Hasta el momento, el PRO logró la casi segura designación de Patricia Bullrich como Ministra de Seguridad, mientras que el sector del PJ cordobés referenciado en Juan Schiaretti recibió como una señal de aval y reconocimiento por parte de Milei la designación de Osvaldo Giordano como titular de la ANSES, por sobre el nombre de la gobernadora bonaerense, Carolina Píparo.
Si bien muchos de los principales puestos del Estado están aún por revelarse, es inminente la designación del exsecretario de Finanzas durante la gestión de Cambiemos, Luis “Toto” Caputo, al frente del Ministerio de Economía, quien hilvanó como eje central de planificación la migración de deuda entre el Banco Central para tender a la unificación del tipo de cambio del dólar.
Según precisó Caputo durante el encuentro con directivos de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), que nuclea a los bancos privados internacionales, y ADEBA, que reúne a las entidades privadas de capital nacional, habrá un schok de medidas que empezarán desde “el día 1″ del nuevo Gobierno, pero sin “sorpresas”.
En ese marco, se abre un foco de conflicto con las propuestas de campaña efectuadas por Milei, puesto que las medidas que el exsecretario de Finanzas durante la gestión de Cambiemos expuso ante los banqueros no están sujetas ni a la dolarización ni al cierre del Banco Central.
Asimismo, fuentes del PRO indicaron que es probable que los nombres cercanos a ese partido no aparezcan en las primeras líneas de Gobierno, pero sí ocuparán cargos en segundas o terceras líneas, es decir Secretarías o Subsecretarías de Estado, además de Direcciones Nacionales.
Cabe destacar que, el llamado “Pacto de Acassuso” (por la cena en la casa de Macri que selló el apoyo a Milei después de la primera vuelta electoral) se trató de un acuerdo “sin condicionamientos”, tras lo cual el dirigente de La Libertad Avanza habría pedido en esa reunión un aporte de técnicos y funcionarios para que lo acompañen en su gestión.
No obstante, en el espacio que rodea al dirigente libertario no quieren que la sociedad perciba que el expresidente está detrás de la mayoría de las designaciones, algo que también provocó una puja de poder entre Macri y Bullrich. “Es una transición desprolija”, evaluaron desde el entorno de la titular del PRO.
En paralelo, la liga de gobernadores de Juntos por el Cambio se afianza como el espacio político de la coalición opositora que busca ser el contrapeso del nuevo Gobierno. El próximo martes, los diez gobernadores del espacio se reunirán con los diputados y senadores actuales y los próximos a asumir.
“Nuestra decisión es la de construir a la gobernabilidad de la Argentina, pero también sabemos que parte de nuestro rol es controlar la gestión del futuro Gobierno”, indicaron los mandatarios electos, entre los que conviven las distintas líneas del PRO y la UCR.
En esa línea, el comunicado fue firmado por Jorge Macri (CABA); Leandro Zdero (Chaco); Ignacio Torres (Chubut); Gustavo Valdés (Corrientes); Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Carlos Sadir (Jujuy); Alfredo Cornejo (Mendoza); Marcelo Orrego (San Juan); Claudio Poggi (San Luis) y Maximiliano Pullaro (Santa Fe).
