En su paso por Washington, el ministro de Economía, Sergio Massa, cosechó nuevos fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), logró sellar un principio de acuerdo con el Club de París y buscó consensos para que América Latina recupere la presidencia del BID.
En esa línea, Massa planteó ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el G20 la necesidad de una mayor acción de parte de los países centrales para contrarrestar los costos de la guerra en Ucrania para las naciones con créditos de los organismos internacionales.
En ese sentido, Massa avanzó con una propuesta para cambiar el cómputo de “déficit fiscal” a la contraparte de los préstamos que debe poner la Argentina para recibir fondos para proyectos de inversión del BID y del Banco Mundial.
“¿Cómo puede ser que el Banco Mundial obligue, para otorgar los préstamos, a poner fondos para el Plan Progresar o para inversión en infraestructura y luego el FMI compute ese importe como gasto que suma al déficit fiscal?”, espetó Massa.
Esta contradicción, fue un planteo de Massa también en el foro del BID y habría sido tomado en cuenta por la titular del FMI, Kristalina Georgieva, y por otros miembros del G20, por lo que se espera que tenga algún eco durante la próxima Cumbre de Presidentes en Bali (Indonesia).
Por otro lado, según los pronósticos mundiales que se conocieron en el World Economic Outlook, habrá una fuerte desaceleración económica, por lo que al menos un tercio de los países entrará en recesión, así como también una crisis de deuda de los países emergentes.
Esta dificultad, se daría como coletazo de “los tres shocks seguidos” que sufrió el mundo: la pandemia, la fragmentación mundial del comercio y la guerra en Ucrania, con la disparada de los precios mundiales y la inflación generalizada.
“Es momento de que el FMI y el resto de los países del G20 decidan qué medidas tomarán y cómo pagarán a las naciones que toman crédito de los organismos. A la Argentina la guerra en Ucrania le costó USD 4.900 millones“, opinó Massa.
Cabe destacar que, el acuerdo del país con el FMI se selló en marzo último y las metas acordadas no se modificaron, por lo que Massa recalcó, en su disertación en el Banco Interamericano de Desarrollo, que “la Argentina hizo esfuerzos para cumplirlas”.
Respecto del BID, Massa logró la firma de los USD 700 millones que ya pasarán a engrosar reservas y recibió la confirmación de que el staff de este organismo aprobó el informe técnico para que el directorio trate los USD 500 millones que estaban pendientes.
En relación a la presidencia del BID, la posición argentina es aprovechar la reciente destitución del estadounidense Maurico Claver Carone para que la región del Cono sur y México recuperen la histórica conducción de la entidad, algo que se perdió tras la llegada de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos.
En esa línea, Massa no busca que el candidato sea necesariamente argentino, pero adelantó que apoyará uno regional, previo consenso de los planes de infraestructura para la región y de la mayor capitalización del Banco.
Finalmente, respecto del Club de París, Massa señaló que “el acuerdo está casi cerrado” y que a fin de mes viajará para renegociar las nuevas condiciones para la deuda de unos USD 2.400 millones, ya que Argentina paga una tasa de interés del 9% anual, la cual aspira a bajar.
