El vocero presidencial, Manuel Adorni, reveló este jueves que el Gobierno nacional le cobrará el costo del Operativo de Seguridad a las organizaciones sociales y piqueteras que movilizaron el miércoles 20 de diciembre.
En ese sentido, tras destacar la implementación del protocolo antipiquetes creado por la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, el funcionario aseguró que “el operativo tuvo un costo importante“.
“Cuando se termine de cuantificar los costos, se le va a pasar la factura a cada una de las organizaciones sociales y piqueteras que participaron, por lo que deberán hacerse cargo del costo“, explicó Adorni.
Además, en la habitual conferencia de prensa matutina, el vocero indicó “que las denuncias contra dirigentes y punteros recopilados en la línea 134 por parte de beneficiarios sociales tendrán consecuencias legales“.
“Va a haber consecuencias, estamos en el proceso de identificación y se procederá sobre ellos para hacer recaer el peso de la ley y en caso de que sean beneficiarios de planes, a quitárselos como se ha prometido“, afirmó Adorni y agregó: “Se registraron más de 11 mil denuncias”.
En otro momento de la conferencia, el vocero habló sobre el rechazo en las calles que recibió el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), del presidente de la Nación, Javier Milei, en el que se derogó alrededor de 300 leyes, siendo las más destacadas por ejemplo la Ley de Alquileres, la de Góndolas o Abastecimiento.
En esa línea, Adorni remarcó que “esta bien manifestarse en contra”. Sin embargo, descartó que se trate de manifestaciones espontaneas. “Mucha gente, la mayoría, coincide con lo que estamos haciendo, fueron hace 30 días las elecciones, hay gente que no está de acuerdo con lo que hacemos, quien entienda que esto no está bien que se manifieste en contra”, insistió.
No obstante, Adorni ironizó: “Es un DNU que ha llevado horas leer, que un minuto después haya habido estas expresiones de desacuerdo, quiere decir que las personas no están muy al tanto de lo que plantea”.
En ese contexto, para el vocero presidencial los cacerolazos en los barrios porteños y el Arrea Metropolitana de Buenos Aires, “no fue una manifestación” sino “algunas expresiones en determinados lugares de quienes, tal vez, no llegaron a interiorizarse sobre la filosofía del decreto”.
