Este martes, el Gobierno pagará al Fondo Monetario Internacional (FMI) los USD 2.600 millones correspondientes a los vencimientos de octubre, a la vez que se espera que paguen unos USD 800 millones para el miércoles, lo que significará un fuerte impacto para las reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
En detalle, el pago al FMI se hará con parte de los fondos de libre disponibilidad solicitados por el Gobierno a China, que luego habilitó unos USD 6.500 millones en la cuenta del BCRA para que el país pueda cumplir con la meta acordada con el ente financiero.
Por su parte, es preciso mencionar que, el FMI busca proteger sus intereses ante eventuales corridas cambiarias antes del balotaje y con la mira en la próxima revisión del cumplimiento de las metas del acuerdo con el Gobierno.
Asimismo, según trascendió, es probable que el pago al FMI se realice en combinación con el pago en yuanes y un crédito puente para no afectar por completo las reservas del BCRA, como podría ser la asistencia del Banco de Desarrollo de Latinoamérica y el Caribe (CAF), que acaba de firmar un bono por USD 1.750 millones.
De esta manera, el Gobierno cancelará tres vencimientos del acuerdo con el FMI en un solo pago, uno por USD 1.280 millones, otro de USD 640 millones y un tercero por USD 673 millones, a los que se les suman los intereses que se pagarán el miércoles 1 de noviembre.
En ese marco, el economista y director de MyR Consultores, Fabio Rodríguez, expresó que aún “queda un desembolso que va a hacer el Gobierno para terminar el programa actual” acordado con el FMI, a la vez que señaló que va alineado con la predisposición de pago del ministro de Economía y candidato a presidente, Sergio Massa.
En esa línea, Rodríguez manifestó que espera que el FMI “haga un poco la vista gorda, como tantas otras veces, a los incumplimientos del Gobierno respecto de las metas y vaya preparando el terreno para resetear este problemático acuerdo que se hizo y que Massa repautó”.
Es que, según consideró el economista, los próximos desembolsos, que dependen de la próxima revisión de las metas del acuerdo con el FMI, están atados más a la coyuntura electoral que al cumplimiento de los objetivos en sí mismos.
