La Cámara de Diputados de Brasil en las últimas horas estimó que los daños por el intento de Golpe de Estado del pasado domingo, que consistió en un asalto de militantes bolsonaristas a las instalaciones políticas del país vecino, superan los tres millones de reales (unos 575 mil dólares), sin contar los costos de las obras de arte dañadas.
Las autoridades de la cámara brasilera calcularon que los trabajos de reconstrucción de su edificio demandarán unos 5.500 dólares de mano de obra, solo para el caso de elementos que pueden ser reemplazados por otros, como computadoras, vidrios o muebles comunes.
En concreto, según los cálculos, en el intento de Golpe de Estado en Brasil al menos 400 computadoras han sido destruidas, las cuales tendrían un valor por encima de los 385 mil dólares, mientras que dos vehículos utilizados por la Policía Legislativa brasilera resultaron dañados, cada uno con un valor de alrededor de 50 mil dólares.
No obstante, aún no se han estimado los daños resultantes de la destrucción y sustracción de obras de arte y regalos ceremoniales, y tampoco se calcularon los costos de recuperación de los objetos que han permanecido en el Congreso de Brasil.
Entre algunos de los elementos rotos se encuentra un muro del artista Athos Bulcão, mientras que entre los objetos sustraídos hay una perla procedente de Qatar y una pelota de fútbol autografiada por el futbolista Neymar.
Cabe aclarar que, muchas de las piezas que se encontraban expuestas en la vitrina del Salón Verde del Congreso de Brasil, que resultaron dañadas o destruidas en el ataque del pasado domingo, tienen un precio incalculable.
Es importante recordar que, el último fin de semana, enardecidos militantes que apoyan al expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, invadieron en la capital del país vecino, Brasilia, los edificios que albergan al parlamento, a la Corte Suprema y al Gobierno nacional.
Los manifestantes reclamaron un golpe de Estado tras sostener que en las elecciones presidenciales del año pasado un fraude le privó a su líder alcanzar la reelección, pese a que las autoridades locales e internacionales comprobaran la limpieza de los comicios.
Los destrozos y ataques que se produjeron en la capital del país vecino duraron más de siete horas continuas y se trató de la mayor agresión a los poderes republicanos de Brasil vista desde el golpe de Estado de 1964.
Según informaciones preliminares, hasta el momento hay unos doscientos detenidos, aunque el ministro de Justicia de Brasil, Flávio Dino, dijo que habrá más arrestos en las próximas horas por los “actos terroristas”.
Los ataques contra las instituciones recibieron una condena unánime por parte de todos los estamentos en Brasil y de varias figuras políticas a nivel mundial. En el caso de la Argentina, el presidente Alberto Fernández; el gobernador bonaerense, Axel Kicillof; el ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa; entre otros referentes, repudiaron el accionar bolsonarista.
