Las consultoras que miden la variación semanal de precios en alimentos y bebidas observaron que, en la última quincena de enero, los precios tomaron una velocidad mayor en comparación con el comienzo del mes, aunque aún así anticipan que el índice general de la inflación podría ser menor al 2,7% mensual con el que cerró el 2024.
Es preciso recordar que, durante la parte final del año pasado, el Gobierno logró sostener una aceleración del Índice de Precios al Consumidor (IPC) cerca del 2,5%, mientras que el equipo económico decidió activar tras ese dato un crawling peg más bajo para el tipo de cambio oficial, que desde el 1° de febrero pasará a moverse a ritmo de 1% mensual.
Es que, por el momento, esa es la velocidad a la que el Ministerio de Economía apunta a que tiendan a converger los bienes, que explican cerca de un 65% de la canasta que toma en consideración el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) para elaborar el IPC, más allá de los servicios.
Según la consultora EcoGo, en la cuarta semana de enero los alimentos tuvieron una leve desaceleración, en relación a la tercera, y registraron una suba del 0,7%. Sin embargo, en las dos primeras semanas del mes el incremento en el mismo rubro había sido de 0,5% semanal, es decir, 1% en total.


“Con este dato y considerando un aumento proyectado para la última semana del 0,5%, en línea con el promedio de las primeras dos semanas, la inflación en alimentos consumidos dentro del hogar ascendería a 2,3% en enero”, planteó la consultora. “Incorporando los aumentos registrados en alimentos consumidos fuera del hogar, 1,2% proyectado para el mes, la suba del rubro ascendería a 2,1%”, calculó.
De esa forma, la proyección de la inflación para el primer mes del año sería de 2,3% mensual, y tal como calculan las consultoras, por debajo del IPC de diciembre. “El dato es todavía preliminar y está sujeto a modificaciones. La corrección al alza de la proyección responde a un aumento en alimentos mayor al esperado, la publicación de los datos del índice de costos de la construcción, donde la categoría ‘mano de obra’ registró un aumento del 17,6%, y subas en cigarrillos”, aclaró EcoGo.
En paralelo, la consultora Analytica registró que en la cuarta semana de enero la variación semanal de alimentos y bebidas en el Gran Buenos Aires fue de 0,5% y, de esa forma, el promedio de cuatro semanas sería de 1,8%.
Por caso, las dos primeras semanas del mes habían registrado aumentos del 0,2% y 0,3%, respectivamente, por lo que, de manera preliminar, con este último dato en Analytica creen que la inflación se perfila en el orden de 2,3% durante enero.
“Las categorías con mayor aumento en el promedio de las últimas cuatro semanas son otros alimentos (3,3%) que incluyen snack, salsas, etc., aceites, pescados y mariscos (3,0%), y aceites, grasas y manteca (2,4%). Por otro lado, los menores incrementos de la muestra se dan en café, té, yerba y cacao (1,7%), y en lácteos (1,5%). El precio de las verduras se mantiene, en promedio, invariante”, enumeraron desde la consultora.
En continuidad, la consultora Equilibra midió para la cuarta semana de enero un 0,2% de inflación, y a diferencia de las otras empresas, observó un ritmo de precios menor: “En una semana calma, lideraron los precios estacionales. La inflación promedio se mantuvo en 2%, pero el IPC Núcleo descendió a 2,1%”, expresaron desde la compañía, desde la que estimaron que el IPC general de este mes sería de 2%.
En última instancia, Econviews midió para la tercera semana del mes una inflación del 0,9%, lo que también contrasta con el 0,1% de la primera semana de enero. “Este aumento se explica principalmente por carnes (1,4%), bebidas (0,9%) y verdulería (3,4%)”, aseguró Leila García Kerman, economista de dicha consultora.
“En el rubro verdulería, se destacan las subas en el tomate redondo (24,7%), la cebolla (18,6%) y el limón (8,2%), compensadas por las bajas en la papa (-12,1%) y la lechuga (-3,1%)”, detalló Kerman, que proyectó una inflación en torno al 2,7%, lo que sería similar en este caso al índice de diciembre.
Magario acusó a Milei de mentir con los datos de la inflación
Luego de la publicación del dato inflacionario anual, la vicegobernadora de la provincia de Buenos Aires, Verónica Magario, advirtió que los datos de inflación que informó el Gobierno nacional de Javier Milei “son otra más de sus mentiras”, y aseguró que en 2024 el índice real fue casi 16 puntos más alto de lo informado por el INDEC.


En este sentido, Magario explicó que el problema radica en que el Gobierno libertario no autoriza al INDEC a actualizar la base de ponderación del IPC, que todavía se basa en los patrones de consumo de 2004/2005, lo que implica que los datos actuales no reflejen la realidad del consumo familiar.
“Por ejemplo, el gasto en vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles representaba el 10,5% del total en 2004/2005, mientras que en la última actualización subió al 15,1%, sin contar los aumentos de 2024”, sostuvo la funcionaria.
Asimismo, la presidenta de la Cámara alta bonaerense señaló que sectores como transporte y comunicaciones se ven afectados por esta desactualización, lo que impacta directamente en la medición de la canasta básica. “A lo que ya perdieron los jubilados y trabajadores desde que asumió Milei, se suma este ‘error’ deliberado que mantiene desfasada la estructura del consumo”, añadió.
De acuerdo al estudio difundido por Martín González Rozada, profesor de Econometría en la Universidad Torcuato Di Tella, la inflación real de 2024 habría alcanzado el 133,6%, frente al 117,8% que dio el INDEC. El desfase no es menor, ya que representa una pérdida adicional de casi el 7% en el poder adquisitivo de jubilados y asalariados de ingresos mínimos.
“El problema no es cómo mide el INDEC, sino que lo hace sobre estructuras de consumo obsoletas, muy modificadas por los cambios en precios relativos”, explicó González Rozada, quién señaló que en 2024, los precios de servicios aumentaron un 189%, mientras que los bienes subieron un 96,3%, lo que genera un desfase significativo en las cifras oficiales.