Familiares, amigos y vecinos de Roberto Sabo, el kiosquero asesinado en Ramos Mejía, le dieron el último adiós en la cochería Pache, en medio de una ovación y pedido de justicia por la nueva víctima de la inseguridad.
“Te queremos Roberto, ¡vamos a hacer justicia por vos!”, gritaba un grupo de más de 50 personas cuando partió el vehículo fúnebre, el cual fue acompañado por decenas de autos con amigos, familiares y vecinos.
Asimismo, la ovación se repitió luego de que el ataúd, envuelto en una bandera de River Plate, club del que Sabo era fanático, fuera llevado al primer piso del cementerio, donde fue depositado en un nicho.
Ante el panorama de desolación, los saludos y los mensajes de cariño que se sucedieron en la cochería iban también hacia los familiares de Roberto Sabo, donde se encontraban sus hijos, su padre y su esposa.
Pedro Sabo, el padre del kiosquero asesinado, sostuvo que a su hijo “la gente en este momento lo está recordando con cariño”. “Dicen que van a poner un santuario frente al quiosco, y no estaría mal porque hace cuarenta años que estamos en la cuadra”, agregó.
En este sentido, el padre de Roberto Sabo también contó que estuvo reunido con el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, a quien le pidió “que pongan seguridad en el kiosco”.
Roberto Sabo fue asesinado en Ramos Mejía en un hecho que se produjo alrededor de las 14 del domingo en el drugstore “Pato”, situado en la Avenida de Mayo al 800, de esa localidad del partido de La Matanza, en la zona oeste del conurbano.
Los delincuentes, un hombre de 29 años y una menor de 15, entraron al local con fines de robo y en circunstancias que no se habían determinado, le dispararon a Sabo para luego intentar, sin éxito, darse a la fuga.
Según datos de la Procuración, a lo largo de 2020 el partido de La Matanza registró 140 homicidios dolosos cometidos y más de 20 mil robos, así como 10 mil hurtos.
