Con la participación del gobernador bonaerense Axel Kicillof y funcionarios de su Gobierno, se realizó este jueves la ceremonia homenaje por el fallecimiento de Hebe de Bonafini, última presidenta de Asociación Madres de Plaza de Mayo.
Como es tradición cada vez que fallece una de las integrantes de la Asociación de Derechos Humanos, las cenizas de Hebe de Bonafini fueron depositadas en un hoyo cavado en el jardín del perímetro que rodea la Pirámide de Mayo, momento que fue acompañado por otras integrantes de Madres.
Poco antes de las 15.30 horas, la camioneta que habitualmente traslada a las integrantes de la Asociación, ingresó a una Plaza de Mayo colmada de banderas y fotos de la referente de derechos humanos, donde fueron recibidas con aplausos y muestras de afecto.
Entre los presentes, se encontraba Kicillof; el titular de la cartera de Desarrollo de la Comunidad de la provincia, Andrés “Cuervo” Larroque; y los ministros de Salud y Trabajo bonaerenses, Nicolás Kreplak y Walter Correa, respectivamente.
“Hebe es enorme, grandísima, inmortal”, puntualizó Kicillof sobre el significado de quien fuera la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo desde 1979. Luego, el Gobernador acompañó la habitual ronda alrededor de la piramide de Mayo.
En su cuenta oficial de Twitter, el mandatario bonaerense destacó que la referente de derechos humanos fue “el más maravilloso ejemplo de cómo la pérdida y el dolor se transforman en incansable lucha y esperanza”.
Por su parte, Kreplak indicó que Hebe de Bonafini “nos dio suficiente energía para poder reproducir su voz entre miles y miles de compañeros y compañeras”. “Tenemos que sostener las banderas y el discurso de no claudicar”, añadió.
Cabe destaccar que, la plaza desbordó las expectativas de las Madres que convocaron a participar de su tradicional ronda de los jueves para homenajear la memoria y legado de Hebe de Bonafini, fallecida el pasado domingo a la edad de 93 años.
Los restos de Bonafini descansan en la Plaza de Mayo, al igual que los de Azucena Villaflor de Vicenti. En ese sitio, el 30 de abril de 1977 las mujeres de pañuelo blanco comenzaron a marchar para que el reclamo por la desaparición de sus hijos se hiciera visible en pleno auge del terrorismo de Estado impuesto por la Junta Militar.
En 1979, a través de las rondas de resistencia pacífica que reclamaban por la aparición de sus hijos secuestrados de manera ilegal y por la justicia sin venganza de los responsables de esas desapariciones, Hebe de Bonafini se convirtió en la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo.
El 30 de abril de 1977, en pleno auge de la dictadura militar, un grupo de mujeres encabezadas por Villaflor de Vicenti se concentraron por primera vez en el centro de la Plaza de Mayo y desde entonces jamás dejaron de hacerlo.
Hebe María Pastor de Bonafini nació en la ciudad de Ensenada el 4 de diciembre de 1928 y en 1942 se casó Humberto Bonafini, con quien tuvo tres hijos: Jorge Omar, Raúl Alfredo y María Alejandra.
Una de las últimas actividades de Hebe de Bonafini antes de su muerte fue el mes pasado, cuando asistió al Centro Cultural Kirchner (CCK) para presenciar la inauguración de la muestra fotográfica que expuso en imágenes de su biografía.
En la presentación, la dirigente de Madres de Plaza de Mayo se refirió a su historia de vida y agradeció al ver las fotos que captaban momentos con sus hijos Jorge Omar y Raúl Alfredo, desaparecidos en la última dictadura cívico militar.
“Me olvidé de quién era el día en que ellos desaparecieron, nunca pensé más en mí”, dijo Hebe de Bonafini en aquel evento. Al repasar su biografía, la histórica presidenta de Madres de Plaza de Mayo contó que sus padres y su abuela le enseñaron “el valor del trabajo”, mientras que sus hijos desaparecidos le enseñaron “lo que es la política”.