Con magros números en el Senado, La Libertad Avanza (LLA) continúa con las negociaciones a contrarreloj, con la esperanza de sancionar la Ley Bases y el paquete fiscal antes del 25 de mayo, fecha establecida por el presidente de la Nación, Javier Milei, para firmar el acuerdo de 10 puntos con los mandatarios provinciales.
Es que, de acuerdo al meticuloso calendario legislativo pretendido por Casa Rosada, el oficialismo intentará conseguir dictamen de mayoría el próximo jueves 9 de mayo, para desembarcar en el recinto del Senado una semana más tarde, 16 de mayo, poco días antes del Pacto de Mayo, convocado para el 25 en Córdoba.
En ese contexto, con la cancha inclinada con las 33 bancas kirchneristas, sobre las 72 totales, y al igual que en diciembre pasado cuando consiguió 39 votos para designar a las autoridades del cuerpo, la vicepresidenta, Victoria Villarruel, deberá volver echar a rodar su destreza política para aglutinar a los bloques federales que responden directamente de los gobernadores de la zona centro.
Si bien en filas libertarias se muestran confiados, el oficialismo deberá abroquelar una mayoría que le permita contrarrestar a los 33 senadores que componen el bloque de Unión por la Patria (UxP), que se muestran como una oposición intransigente a la batería de reformas enviadas desde el Ejecutivo nacional.
Al respecto, desde el bloque oficialista deslizaron, que además de sus siete bancas, cuentan con el acompañamiento en general por parte del PRO, Juntos Somos Río Negro, Cambio Federal, el Partido Por la Justicia Social y Unidad Federal. De esta manera, quien definirá la eventual sanción de la Ley Bases y el paquete fiscal será la dividida Unión Cívica Radical (UCR).
Es que, si bien La Libertad Avanza (LLA) asegura contar con, al menos, 11 senadores boina blanca, las dudas se ciernen sobre la postura que podría adoptar Martín Lousteau (Ciudad Autónoma de Buenos Aires), así como Pablo Blanco (Tierra del Fuego).
A estos dos, se le suman los santacruceños José María Carambia y Natalia Gadano, que responden directamente al gobernador Claudio Vidal, quien ya le mostró los dientes al Ejecutivo en marzo, durante la votación del decreto de necesidad y urgencia (DNU) 70/2023 de desregulación de la economía.
Por su parte, los misioneros Carlos Arce y Sonia Rojas Decut, que pertenecen al Frente Renovador de la Concordia Social, también tendrán un rol preponderante. Es que, el gobernador de Misiones, Hugo Passalacqua, lanzó un guiño para la Casa Rosada y llamó a “no entorpecer el camino del Gobierno“.
Mientras que, los de Unidad Federal todavía no manifestaron ni dejaron entrever sus posiciones para la votación en general. En detalle, se trata de Edgardo Kueider (Corrientes) y Carlos Espínola (Entre Ríos). El bloque también lo integra Alejandra Vigo (Córdoba) quien se inclinaría por la afirmativa.
Por otro lado, está el bloque Cambio Federal, que lo integran las senadoras Andrea Cristina y Edith Terenzi (ambas de Chubut) y el senador Juan Carlos Romero (Salta). De estos tres porotos (en la votación general), dos acompañarían al oficialismo: Cristina y Romero.Terenzi es una incógnita porque fue una de las que se plegó al rechazo del DNU.
En este contexto, quedan los unibloques de Comunidad Neuquén, en representación de Lucila Crexell (Neuquén), Juntos Río Negro con Mónica Silva (Río Negro) y Por la Justicia Social con Beatriz Ávila (Tucumán). De los tres votos, el Ejecutivo encontraría apoyo en general de Silva y Ávila.
De esta manera, el poroteo para la votación general en favor del Gobierno, quedaría con 29 escaños casi asegurados: Cambio Federal (2); PRO (6); Juntos Somos Río Negro (1); La Libertad Avanza (7); Por la Justicia Social (1); Unidad Federal (1); UCR (11). Siendo 10 los votos que aún están en aire y por los que el Ejecutivo deberá negociar para contrarrestar los 33 del kirchnerismo.
