(*) Por Juan Manuel Negri
Un fantasma recorre a Juntos por el Cambio, el fantasma de la ruptura.
Por estas convulsionadas horas, varios sectores del Pro comparten un análisis verdaderamente sombrío sobre el escenario que le espera a la coalición opositora el próximo 22 octubre y, por consiguiente, sobre el futuro de Juntos por el Cambio (JxC), que, de máxima, podría terminar en una fractura y, de mínima, en una profunda reconfiguración.
Por caso, uno de los “tracking” del peronismo de los últimos días acrecentó los temores de un conjunto de dirigentes amarillos, al arrojar un crecimiento para Javier Milei, que cosecharía unos 39 puntos, 8 más que en las elecciones PASO, un repunte de Sergio Massa con un 31% y una caída de Patricia Bullrich, que retendría un 21%, de los 28% que sacó JxC.
Si, efectivamente, los números de las elecciones generales dejan a Bullrich en un tercer casillero, distanciada de Milei y de Massa, JxC asistiría a una ruidosa fractura o, por lo menos, a un proceso de reconfiguración. “Ante este escenario, Juntos por el Cambio tal como lo conocemos desaparece”, coincide un armador consultado por Diputados Bonaerenses.
Una variable sería que la coalición opositora devenga en dos espacios, uno del macrismo duro en sociedad estratégica con Javier Milei y otro integrado por el ala moderada del PRO, que fracasó de manera rotunda en estas elecciones PASO, junto a la Unión Cívica Radical (UCR) y la Coalición Cívica (CC), que, por ahora, descartan de plano cualquier acercamiento a los libertarios.
En efecto, algunos campamentos PRO traducen el renovado acercamiento del fundador del partido, Mauricio Macri, al candidato libertario, Javier Milei, como la partida de defunción de Juntos por el Cambio y, por consiguiente, de la “jubilación” de un conjunto de dirigentes, a los que el expresidente les habría picado el boleto desde hace ya un buen tiempo.
En ese esquema, Macri aparecería como una suerte de “portero” del espacio de Javier Milei, es decir uno de los dirigentes que se reservaría un gran poder de influencia para resolver quiénes podrían sumarse al nuevo espacio y, por el contrario, quiénes deberían armar las valijas para tomarse una “jubilación forzada”, también decretada por los electores.
Después de que el jefe de la Libertad Avanza se quedara con el 30,04% de los votos en las PASO, Macri repartió elogios y fue elocuente: “Javier Milei es parte del cambio que se viene en la Argentina. Esa es una realidad, los libertarios son una realidad”. En respuesta, el economista liberal dijo que si llegase a la presidencia, el fundador del PRO tendría “un rol destacado”.
Hay muchos puntos de contacto. De alguna manera, Mauricio Macri fue el Milei del 2007, año en que fue electo jefe de Gobierno porteño en segunda vuelta. Desde el 2005 hasta su primer triunfo electoral, el expresidente empujaba un partido nuevo, Propuesta Republicana (PRO), con ideas liberales, de reducción del Estado, de renovación política e incluso de anticasta, aunque después de dos décadas se haya convertido en casta.
“Las ideas que expresa Milei son las que siempre expresé yo”, dijo Macri, con nostalgia, en algún momento.
Ahora, como ocurrió en otras oportunidades, el expresidente aparece matando a su última criatura, Juntos por el Cambio, y creando, en sociedad con Javier Milei, un espacio que podría reunir un 60% de los votos, a juzgar por los guarismos que se desprenden de las elecciones PASO del 13 de agosto pasado.
De esta forma, Macri se presenta como una suerte de Moises, de profeta, que pretende dividir el mar amarillo, para que gran parte del PRO lo cruce, con destino hacia los puertos de La Libertad Avanza.
Claro está que estas afirmaciones generan escozor en algunos sectores: están quienes creen que gran parte de la dirigencia amarilla no compartiría espacio con Milei y directamente la desechan, otros que consideran que los libertarios se convertirán en “socios estratégicos” de JxC y un pelotón que todavía conserva esperanzas de que Bullrich entre a un supuesto balotaje.
El escenario está abierto.
“Ojalá podamos confluir en una propuesta única en 2023”, dijo Macri, en noviembre del 2021, sobre un posible acuerdo electoral con Milei. La buena noticia para él es que todavía el año no llegó a su fin y hay una elección más que lo puede ayudar para que eso ocurra.
(*) El autor es director del diario digital Diputados Bonaerenses.
