Fernando Benítez fue el primer integrante del macabro “Clan Benítez” en ser apresado. Está acusado, al igual que su hermano y su madre, de haber mantenido secuestradas a dos chicas a las que torturaron salvajemente y violaron. Cuando fue detenido confesó los hechos, aunque legalmente no podrá ser usado en su contra.
“Se me fue un poco la mano”, esbozó el delincuente, cuya brutalidad mandó al hospital a dos jóvenes inocentes que ahora luchan por su vida. Cabe destacar que tanto él, como Gonzalo, y su madre María Esther, prestarán declaración indagatoria mañana miércoles.
Todo se descubrió cuando su novia, identificada como Aldana García de 18 años, ingresó a la terapia intensiva del Hospital Penna con riesgo de vida por un derrame cerebral y golpes en todo el cuerpo. Según la Policía, la llevó un tío que la encontró esta madrugada en la calle.
La chica estaba en pareja con Benítez desde hacía unos 4 meses y, de acuerdo al parte policial, “hacía días” que él la tenía secuestrada.
Cuando la Policía fue a la casa del hombre, descubrió que tenía también secuestrada a otra mujer, supuestamente una expareja, identificada como Andrea Santa Cruz. Ella también se encuentra en grave estado, internada en el Hospital Municipal, y con heridas similares a las que presentaba la otra víctima.
Al respecto, el fiscal a cargo de la causa, Romero Jardín, contó: “García, inicialmente, negaba que el autor de las lesiones fuera Fernando Benítez, pero luego lo admitió. Con él tenía una relación previa. En el caso de Andrea llevaba dos meses allí y Aldana llevaba cuatro meses. Por lo que pudimos apreciar estaban en un pequeño dormitorio de la parte trasera del domicilio”.