En medio de la campaña del Gobierno bonaerense y de las medidas dispuestas los intendentes de Pinamar y Villa Gesell para evitar la llegada de turistas con objeto de combatir la circulación del coronavirus (Covid-19) se registraron largas colas para ingresar a las localidades.
En las últimas horas circularon imágenes en las redes sociales donde se ven interminables filas de autos y micros en los accesos de las ciudades balnearias. Incluso, una de esas fotos fue compartida por el propio jefe comunal de Pinamar, Martín Yeza, que había pedido a los turistas que no fueran.
“En Pinamar tomamos la decisión de prohibir toda actividad vinculada a los servicios turísticos y gastronómicos, desde alojamientos hasta entretenimiento. No queremos que vengan, hay una situación internacional y hay que respetar los protocolos de aislamiento y la cuarentena”, sostuvo Yeza.
En esa línea, el intendente de Juntos por el Cambio le envió un mensaje a Alberto Fernández que esta tarde definirá medidas junto a los gobernadores. “Controlamos auto por auto pero en Argentina, el único que puede restringir la libre circulación en el territorio es el Presidente”, señaló.
En esa dirección, tanto Yeza como su par de Gesell, Gustavo Barrera, definieron en línea con los pedido del Gobierno bonaerense, restringir “toda actividad que implique concurrencia y permanencia de personas para el desarrollo de su actividad comercial”.
Esto incluye hotelería y todo tipo de alojamiento turístico, así como también bares, confiterías y restaurantes. Sólo se autorizará el servicio de venta de comida y bebida para llevar y el servicio de envío a domicilio, extremando las medidas de bioseguridad del personal.
En Gesell ocurrió algo similar. Pese a las prohibiciones, cientos de personas entraron a través del sector sur, el único acceso habilitado por las autoridades, donde se revisó auto por auto. Esto, naturalmente, ocasionó una gran aglomeración de personas.
